Uno de los refugios que utilizaba la población civil de Galdakao para evitar los bombardeos franquistas estaba ubicado en Plazakoetxe. Pero una de las bombas lanzadas el 19 de mayo de 1937 cayó tan cerca de dicho lugar que muchas de las personas que intentaban salvar sus vidas a resguardo no lo consiguieron.

Aquel día, 24 personas inocentes perdieron la vida en Galdakao y dejaron decenas de familiares rotos para siempre. Precisamente por el recuerdo de aquellos que murieron ese día, Galdakao rindió un sentido homenaje como tributo a su memoria y la de sus familiares. El acto, celebrado ayer en Plazakoetxe, contó con la presencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, y el diputado general, Unai Rementeria, así como otros representantes públicos como Ana Otadui, Ibon Uribe, Aintzane Ezenarro, la corporación del Ayuntamiento de Galdakao y cientos de vecinos que quisieron arropar a los familiares de las víctimas.

El acto también sirvió para recordar a quienes perdieron la vida durante la guerra y en la dictadura. Se guardó un minuto de silencio, solo roto por el sonido de la sirena de la fábrica de La Dinamita, que ayer sonó como aquel fatídico 19 de mayo de 1937.

Rosalía Moreno, familiar directa de varias víctimas, contó su experiencia y recordó lo duro de aquellos ataques en la localidad. Animó también a seguir recordando en este tipo de actos a las personas fallecidas durante la Guerra Civil y destacó que Galdakao es un pueblo con memoria. Moreno emocionó a quienes asistieron a arropar a las familiares. Ella perdió, entre otras, a dos hermanas. “La vida pasa y pasan los años, pero un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad. Por eso en Galdakao intentamos que no sea así, conservando una memoria viva, que es el mejor legado que podemos dejar a los jóvenes”, aseguró.

También el alcalde, Ibon Uribe, puso en valor a las personas que “han enseñado a vivir sin odio, a quienes han hecho que crezcamos en la cultura de la paz”, en referencia a su experiencia personal. El primer edil comentó que “el dolor de las víctimas es nuestro dolor”. Durante la Guerra Civil, Galdakao fue víctima de diferentes bombardeos y, además de víctimas, dejaron un recuerdo imborrable de dolor, miedo y sufrimiento que ayer se recordó con el sonido de la sirena de La Dinamita.

Rosas y Recuerdos En el monolito ubicado en la misma plaza de Plazakoetxe, familiares de víctimas y autoridades, así como personas asistentes entre el público, recogieron una rosa para depositarla al pie de este pequeño monumento. Los integrantes del coro Máximo Moreno volvieron a participar en el acto con varias canciones. Tampoco faltó el aurresku por parte de Andra Mari Dantza Taldea en honor a los fallecidos y a las familias de estos, siendo también un momento muy emotivo y aplaudido por los asistentes en Plazakoetxe. El Agur Jaunak interpretado por el coro Máximo Moreno fue el broche de un homenaje que año tras año mantiene vivo el recuerdo de quienes fallecieron a causa de las bombas ese día y durante la Guerra Civil.

Este acto, uno de los más importantes en favor de la recuperación de la Memoria Histórica en Galdakao, se suma a otros y a las acciones y pasos que se dan en el municipio y que “tuvieron su punto de arranque el 28 de julio de 2006 cuando, en la sesión ordinaria del pleno de este Ayuntamiento, todos los grupos políticos presentes aprobaron una moción a favor del reconocimiento institucional, moral y social a las personas desaparecidas y afectadas durante la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista en este municipio”, explican desde el Consistorio galdakoztarra.