Tras la pista del misterioso ricohombre que fundó Balmaseda

Ahaztutakoa hitz egiten du. Lo olvidado habla. Oblita loquuntur, murmura un críptico mensaje en los carteles que anuncian la presentación del próximo libro de Igor Santos Salazar este viernes, 2 de enero, desde las 19.00 horas en el Klaret Antzokia de Balmaseda. En Lope Sánchez de Mena y la Castilla de Alfonso VIII. Tiempo y memoria del fundador de Balmaseda (editado por Quitapesares) el historiador y profesor en la universidad italiana de Trento con raíces familiares en la villa se enfrenta al reto de arrojar más luz sobre una figura que despertó su curiosidad porque se cuenta que “quedan pocos o ningún dato sobre él; incluso, porque hay quien ha negado su existencia”.

Sin embargo, “increíblemente” se puede rastrear su huella “en el entorno cortesano de Alfonso VIII, pero los que más y mejor lo han estudiado desde un punto de vista profesional nunca lo han puesto en contacto con el fundador de Balmaseda ni con la documentación de Balmaseda”. Por ello, ha integrado ambas posturas en un “complicado” viaje para trazar una semblanza sustentada en sólidas hipótesis plausibles.

“Muchísimas fuentes se han perdido. Se han conservado solo las que han acabado entrando en un archivo eclesiástico” y el transcurrir de los siglos ha ido añadiendo capas “siempre en virtud de las necesidades de cada época y eso ha ido, por así decirlo, ennegreciendo los contornos de su biografía”.

Lo equipara casi a una investigación policíaca reflejada en la estructura de un libro que empieza “explicando que para localizarle en los siglos XII-XIII debemos mirar a cuatro tipos de documentos muy diferentes entre sí”. Antes de entrar en materia, estudia la impronta del protagonista en épocas posteriores: “sabiendo cómo ha hablado Martín de los Heros (1784-1859) sobre él, cómo ha hablado Gabriel de Henao (1611-1704) sobre él, etc.”, analiza qué se puede afirmar “desde la perspectiva de un historiador medievalista del siglo XXI”, cuya obra dialogará con las de sus mencionados antecesores en una exposición bibliográfica que se podrá contemplar en el Klaret Antzokia antes y después de la charla coloquio.

Y, ¿quién fue Lope Sánchez de Mena (c. 1153-c. 1208/c.1220)? “Un ricohombre de Castilla”. Es decir, miembro de la alta aristocracia del reino” posicionado entre la élite que rodeaba a Alfonso VIII, “perteneciente a una rama segundona de la casa de Haro”. En tiempos convulsos en los que “el líder absoluto” del linaje; es decir, el Señor de Bizkaia, se enfadaba con su rey y se marchaba” Lope asumía “labores de suplencia y, por tanto, en la estructura administrativa del reino como tenente”.

Geoestratégica

En ese contexto, puso sus ojos en Balmaseda para elevarla a la categoría de villa. Probablemente, “debido a que Balmaseda era suya, como tenemos documentadas otras aldeas en el patrimonio de otros señores del mismo estilo, rango y riqueza de Lope” y porque se enclava en un espacio “muy interesante desde lo geoestratégico para captar rentas comerciales y dinamizar circuitos en una de las zonas que han recorrido calzadas y rutas desde la época romana”.

Su vida se apagó “con dos posibles finales”. En uno de ellos podría haber muerto un día de Navidad. Y es que “no se puede doblegar a la documentación, someterla a la voluntad de saber, te deja al albur de lo que desea desvelar...”.