Hospital Universitario Galdakao-Usansolo. Un viernes cualquiera. Por los pasillos y estancias del área de consultas externas de oftalmología, endocrinología, neumonía y digestivo, se cuela una bella melodía. En la zona de acceso, entre el ir y venir de personal sanitario, pacientes y sus acompañantes, muchos de ellos pasando una mañana de tediosa espera, aparece la figura de Irati Gañan Rodríguez. 

Correctamente sentada, con la espalda recta, sosteniendo su viola sobre el hombro izquierdo entre la clavícula y la barbilla. Concentrada, pero también relajada, interpreta con delicadeza un tema fácilmente identificable: ‘Eres tú’, de Mocedades. Una celadora se cruza con naturalidad por delante de la joven artista de Larrabetzu mientras traslada a un paciente encamado de avanzada edad que, ante la inusual actuación, aplaude espontáneamente. “Tenía que haber venido mi hija. Toca el acordeón”, comenta con ternura y admiración. Irati devuelve y agradece el elogio con una sonrisa. 

La rutina se rompe en los pasillos del hospital con la magia de la música de Irati Pankra Nieto

Al terminar la pieza, se incorpora y dirige unas palabras a su improvisado público: “Soy Irati. Tengo 18 años y soy voluntaria del hospital. Quiero estudiar medicina y me pareció buena idea traer mi música a este espacio, porque creo que todo el mundo tiene derecho a disfrutarla”, explica para, después, seguir acompañando con su repertorio.

Su proyecto personal: Bihotz Doinutan

Apasionada de la música desde su más tierna infancia, Irati Gañán Rodríguez empezó a formarse con solo tres años en la Sociedad Coral de Bilbao. Tras pasar por el Conservatorio de Bilbao, actualmente cursa 6º del Grado Profesional de Música, además de un pre-college en el Centro de Alto Rendimiento Musical de la Universidad Alfonso X el Sabio. De manera paralela, comenzó a sentir mucho interés “por la ciencia” y su gran sueño es “continuar mis estudios en una universidad americana con un doble grado de neurociencia y música”.

El personal sanitario disfruta también con las sesiones de música en directo Pankra Nieto

Acostumbrada a tocar en conservatorios, auditorios o salas de concierto convencionales, Irati sentía también la necesidad de interpretar piezas en directo “en lugares donde no es habitual” y la idea de hacerlo en un hospital “me permite unir mis dos pasiones”. Así lo lleva haciendo desde el mes de agosto con su proyecto personal ‘Bihotz doinutan’ y en coordinación con el Departamento de Humanización del Hospital Galdakao-Usansolo. Su responsable, la subdirectora de Enfermería Hospitalaria, Marisa Ojeda, defiende una línea de trabajo transversal “con la que intentamos que el paciente se sienta persona” con acciones como la música en directo que ya se viene ofreciendo en épocas como Navidad “con danzas, acordeonistas o corales”. 

La iniciativa de Irati es más ambiciosa porque visita el centro hospitalario una vez por semana “y hace más con sus melodías que nosotros con las pastillas”, asegura Ojeda. Y esa es la filosofía de la joven violista: “usar la música como fármaco integrado de forma habitual en el tratamiento de los pacientes”. Lo hace con un repertorio que incluye temas populares como Ikusi Mendizaleak, Txoria Txori, Aleluya, Chiquitita o, incluso, el Himno del Athletic.

La joven violista se siente agradecida por las muestras de cariño de pacientes, acompañantes y personal sanitario Pankra Nieto

Y sus melodías han llegado ya a todos los rincones. En la sesión de ayer pasó también por la novena planta de medicina interna y por las salas de hemodiálisis, pero sus virtuosas y profesionales interpretaciones han podido ser disfrutadas en la unidad de psiquiatría, oncología, en la UCI, en el hall del hospital... Sentimiento y sensibilidad en estado puro que, sin duda, parten en forma de notas y acordes desde lo mas profundo del corazón y encogen el alma.

Entretener y salir de la rutina

El proyecto Bihotz Doinutan de Irati, impulsado por el compromiso con la humanización de los espacios sanitarios, tiene como principales objetivos mejorar el bienestar y el confort de pacientes, familiares y también del propio personal sanitario "que, gracias a estas sesiones, tiene un momento de desconexión de sus rutinas", apunta Marisa Ojeda. Además, para las personas que acuden al hospital y sus acompañantes "supone un momento de distracción y respiro" y especialmente las melodías de la viola contribuyen a crear una atmósfera más acogedora, relajante y, sobre todo, muy beneficiosa para quienes se someten a tratamientos oncológicos o de hemodiálisis.

Sesión de música en directo de este viernes en la sala de hemodiálisis Pankra Nieto

En esta última sala se encontraba, este viernes, Aurelio López, que desde Basauri se traslada tres veces por semana al Hospital de Galdakao-Usánsolo para recibir tres horas de tratamiento. "Es la primera vez que coincido con Irati. Ha sido muy bonito. A mí me gusta mucho la música he pasado un rato diferente y ameno", aseguró. En otra cama, Elena Etxebarria, de Gernika, también agradecía la novedad. "Es lo primero que voy a contar a mis hijas cuando llegue a casa. Ha sido algo distinto a lo habitual y me ha encantado".

Y tras cuatro meses con esta experiencia, Irati Gañán está sintiendo, además, una gran evolución personal. "Empecé con algunas inseguridades y dudas y ahora ya vuelvo a casa satisfecha", pero, sobre todo, "estoy aprendiendo mucho de la vida, porque veo a gente preocupada, con caras de sufrimiento y mucho dolor". Una dosis de realidad que ella define como "un choque de humildad". De hecho, la joven violista no quiere sentirse protagonista ni ser "el centro de atención". Lo que desea es que "me vean como una más del personal sanitario" y que los pacientes "disfruten de la cercanía y de la magia de la música".