“Queremos que la tecnología sea una herramienta al alcance de quienes alimentan al mundo”
Loraontech, creada en 2023, tiene como misión democratizar la digitalización del campo, acercando la Inteligencia Artificial y la analítica de datos a los pequeños y medianos agricultores
Con una plantilla de 4 personas, desde sus oficinas de Gasteiz siembran la tecnología que da vida al agro vasco, moviéndose entre la tradición y la innovación.
“Nuestra meta es sencilla pero ambiciosa; hacer que la innovación sea rentable desde el primer día, y accesible para todas las personas que trabajan la tierra”, afirma su CEO y fundador Asier de Celis Hernández.
¿Qué es exactamente la agricultura de precisión?
Se trata de una nueva forma de entender el campo; una agricultura guiada por datos en lugar de intuiciones. A través de sensores, satélites e inteligencia artificial, es posible conocer en tiempo real qué ocurre en cada metro cuadrado del terreno —la humedad del suelo, la temperatura, el pH o los niveles de nutrientes— y anticiparse a las necesidades del cultivo.
De esta manera, el agricultor puede regar sólo donde es necesario, ajustar los fertilizantes con precisión milimétrica y prevenir plagas, heladas o pérdidas de rendimiento. En definitiva, se trata de producir más y mejor, con menos recursos y un mayor respeto por el medio ambiente.
Loraontech está especializada en el rendimiento y la sostenibilidad del campo agrícola a través de tecnología con IA. ¿En qué consisten exactamente las soluciones que aplican? ¿Han recibido algún premio o reconocimiento en este área?
En Loraontech desarrollamos soluciones tecnológicas que ponen la inteligencia artificial al servicio del campo. Nuestra tecnología combina sensores de bajo consumo conectados por red LoRa (Long Range), capaces de transmitir datos a kilómetros de distancia incluso sin cobertura móvil.
Esa información se procesa en nuestra plataforma propia en la nube, donde los modelos de IA analizan los datos en tiempo real y ofrecen recomendaciones automáticas sobre riego, fertilización o detección temprana de riesgos agronómicos. Es una herramienta asequible, eficiente y pensada para el agricultor de a pie.
“La agricultura tiene que ser respetada”
Todo este camino de innovación ha sido posible gracias al apoyo constante de las instituciones alavesas y vascas. La Diputación foral de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, BIC Araba y SPRI han respaldado nuestro proyecto desde las primeras fases, apostando por un modelo de emprendimiento tecnológico con impacto real en el territorio.
Este esfuerzo conjunto se ha visto avalado con varios reconocimientos, incluyendo el Premio INIZIA (UPV/EHU, 2024) a la mejor nueva iniciativa emprendedora y el Premio Creación de Empresas (UNED, 2024) al proyecto más innovador.
Nuestro sueño es que cada baserri, viñedo y cultivo de Euskadi pueda beneficiarse de herramientas que hagan su trabajo más fácil, eficiente y sostenible
¿Cuáles son los mayores retos en su día a día y cómo los abordan?
Uno de los mayores retos es la accesibilidad tecnológica. Todavía existe la percepción de que la digitalización del campo es compleja, costosa o sólo para grandes explotaciones. En Loraontech trabajamos para romper esa barrera, demostrando que la tecnología puede ser sencilla, útil y rentable para cualquier agricultor.
No sólo instalamos los sensores; enseñamos a interpretarlos y a tomar decisiones con ellos. Esa cercanía con el productor es clave para que la innovación arraigue en el territorio. Un ejemplo claro es un proyecto piloto que desarrollamos en un olivar de la Rioja Alavesa, donde instalamos sensores de humedad, temperatura y nutrientes conectados por red LoRa. En menos de un año, el agricultor logró reducir el consumo de agua y fertilizantes y mejorar el rendimiento del cultivo, todo gracias a la información en tiempo real que ofrecía el sistema.
¿Cómo es la colaboración entre dos mundos tan antagónicos – el agrario y el tecnológico?
Esa es precisamente una de nuestras mayores fortalezas. En Loraontech venimos del mundo de la ingeniería, pero también entendemos la realidad del campo, y eso nos permite ser un puente entre ambos mundos. Nuestro trabajo consiste en traducir los datos en decisiones prácticas, comprensibles y útiles para cualquier agricultor, sin tecnicismos innecesarios.
Colaboramos estrechamente con cooperativas, asociaciones agrícolas y técnicos agrónomos, escuchando primero las necesidades reales del territorio y desarrollando después soluciones a medida. No imponemos tecnología, la co-creamos junto al productor.
Además, mantenemos una relación constante con centros de formación agraria y escuelas especializadas, donde compartimos conocimiento y formamos a las nuevas generaciones de agricultores en el uso de herramientas digitales. Creemos que la verdadera transformación del campo pasa también por la educación y la transferencia de conocimiento. En definitiva, trabajamos desde la cercanía, con diálogo y confianza. Porque cuando la tecnología se diseña con el agricultor, no hay sectores antagónicos, hay futuro compartido.
Si un agricultor tiene datos, conocimiento, autonomía y poder, puede cuidar mejor de su tierra. El campo necesita tecnología útil, cercana y humana
¿Puede darnos un ejemplo de algún proyecto que hayan llevado a cabo con agricultores locales y en el que hayan implementado esta tecnología?
Sí, uno de los ejemplos más representativos es el proyecto piloto que hemos desarrollado en un olivar de la Rioja Alavesa, donde instalamos sensores IoT que miden en tiempo real parámetros clave del suelo, el aire y la hoja —como humedad, pH, temperatura o nutrientes—. Estos datos se procesan en nuestra plataforma en la nube mediante inteligencia artificial, que genera recomendaciones automáticas para optimizar el riego y el uso de fertilizantes. Los resultados han sido excelentes con reducciones significativas en el consumo de agua y fertilizantes, menores costes y cultivos más saludables y sostenibles.
Actualmente, Loraontech está comenzando a colaborar con cooperativas, asociaciones y productores de diferentes puntos de Euskadi, ampliando esta experiencia a otros tipos de cultivos y territorios. Nuestro objetivo es claro; que la tecnología agrícola vasca llegue a todo el territorio, fortaleciendo un modelo de producción más eficiente, sostenible y conectado con el futuro.
La alta tecnología irrumpe en el Primer Sector
¿Qué previsiones tienen para el futuro?
En los próximos años, nuestro objetivo es ampliar operaciones tanto a nivel nacional como internacional, llevando nuestras soluciones a Portugal, Francia y Mali. En el caso de Mali, no sólo buscamos abrir mercado, sino también contribuir al desarrollo agrícola del país, compartiendo conocimiento y tecnología que ayuden a mejorar la gestión del agua, optimizar cultivos y fortalecer la autosuficiencia alimentaria.
Paralelamente, estamos reforzando nuestra plataforma de inteligencia artificial con nuevos modelos predictivos que permitirán anticipar plagas, optimizar recursos y mejorar la toma de decisiones en el campo. Nuestra visión es clara; consolidar a Loraontech como un referente europeo en tecnología agrícola sostenible, demostrando que desde Euskadi se puede innovar con impacto global y con valores. Siempre con los pies —y los sensores— en la tierra.