“Aunque nombres como Eduardo Chillida y Jorge Oteiza definieron el arte vasco del siglo XX, en los últimos años ha emergido una nueva generación de artistas que están reinterpretando la herencia cultural de Euskal Herria con un enfoque contemporáneo”. Entre ellos, está el zallarra Patxi Xabier Lezama, que realiza esta reflexión para DEIA antes de desembarcar otra vez en Nueva York.
Entre el 7 y el 10 de noviembre participará en la Exhibition Open Art & AOL, muestra “organizada por The Holy Art, una galería de arte con sede en Shacklewell Lane, Londres” que consolida su proyección en el panorama artístico.
Lezama articula “una narrativa estética y conceptual que entrelaza lo ancestral con lo contemporáneo” haciendo que cobren vida “figuras mitológicas como Amalur, nombre que en euskera significa la madre tierra o tierra madre. “En las leyendas del pueblo vasco, la tierra, ama-lurra, es la divinidad principal. Se nos muestra como habitáculo de todos los seres vivos, poseedora de fuerza vital propia que ha creado nuestro entorno natural. Ejerce como un enorme recipiente, un receptáculo ilimitado, donde viven las almas de los difuntos y la mayoría de los personajes mitológicos”, desgrana.
La madre tierra
La fe en Ama-Lurra “se remonta a épocas muy antiguas en el pueblo vasco, anteriores incluso a la invasión de los pueblos indoeuropeos”, profundiza. El arquetipo de la diosa matriarcal representa “la estructura simbólica de la imagen femenina de la mitología vasca, el ritual, el arte y la creación, la fina sensibilidad creativa que caracteriza toda obra, convertida en referente de la cultura vasca contemporánea de la Diosa Madre y su carácter omnipotente, representado como la divinidad arácnida que teje la red universal del cosmos”.
Trasladando el concepto al contexto social que impregna la obra de Patxi Xabier Lezama, “el movimiento feminista y su lucha por la liberación por la emancipación adquieren especial relevancia en esta producción escultórica que refleja la realidad del arquetipo creativo que explora matriarcalmente el mundo del cuerpo materno, cuya realidad psicológica encarna simbólicamente a una mujer”.
La presencia de Lezama en Nueva York “no representa un hecho aislado, sino la continuación de una trayectoria internacional en expansión”, se felicita, tras participar en la Feria Internacional Arte Metaverso (2023), Red Dot Miami (2024) y ArtExpo New York (2025), así como en el Congreso Mundial de Arte y Cultura (COMAC).
Su obra también ha sido expuesta en espacios significativos como El Barrio’s Artspace y la histórica Spanish Benevolent Society Gallery (La Nacional), “institución neoyorquina por la que pasaron grandes nombres como Picasso, Dalí y Federico García Lorca”.
En el ámbito internacional ha expuesto también en “museos, galerías, colecciones de arte privadas y públicas e instituciones culturales de países como España, Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, Grecia, Atenas, Egipto, Chile, México, Albania, Rusia, Israel, Polonia, Puerto Rico, Países Bajos, Estonia, Noruega, Suecia y Lituania”.
Un arte que, “sin renunciar a su raíz local” muy influenciada por Zalla y sus leyendas, que valen a sus habitantes el apodo de brujos, “posee la capacidad de dialogar con públicos globales en una fusión entre lo autóctono y lo universal, entre la tradición y la vanguardia, demostrando que el arte vasco no solo se mantiene vivo, sino que también se reinventa con fuerza y profundidad en el siglo XXI”.