23 años retando a la vida tras un diagnóstico sin futuro: la historia de Jontxu
El vizcaino sopla este jueves las velas de su cumpleaños, 17 años después de saber que le quedaba uno de vida
“Los tiempos duros nunca permanecen mucho tiempo, pero las personas duras sí lo hacen”. Eso es lo que debió pensar Jon Rentería, un vizcaino al que hace 17 años le dijeron que le quedaban doce meses de vida y este jueves celebra su 23 cumpleaños. Lo hizo con ese brillo que tiene en los ojos y que así lo transmiten sus familiares, siendo esta una de las características principales de Jontxu, como hablan de él de forma cariñosa. Todo se remonta al 2008. Según recuerdan sus familiares, “Jon era un niño aparentemente sano que no tenía ningún problema”.
Tal y como relatan, son muy aficionados al monte y, en una excursión en el Pirineo, comenzaron a ver “que se tropezaba”. Como pensaban que sería algo relacionado con una posible miopía, a la vuelta del verano comenzaron a acudir al oftalmólogo.
No obstante, todo cambió cuando le realizaron una resonancia y el 13 de octubre les dieron la peor noticia que podían esperar: “Nos dicen que Jon se muere”. En este sentido, recuerdan que les señalaron que a Jontxu “le quedaba un año de vida”, ya que se trataba de “un proceso degenerativo salvaje” en el que le dijeron que “no había nada que hacer”. “Teníamos una vida acomodada y privilegiada con tres hijos aparentemente sanos, pero de golpe todo cambió. La vida se nos puso patas arriba”, explica.
"Nos ha enseñado mucho"
Lejos de resignarse, decidieron no quedarse de brazos cruzados y luchar por la vida del pequeño Jon, que por aquel entonces tenía seis años. Y encontraron una solución, un trasplante de médula. Fue su hermana menor, que era “idéntica en médula”, la que salvó la vida del pequeño Jontxu.
Ayer cumplió 23 años, pero tiene “muchas limitaciones: no puede hablar, no puede prácticamente moverse”. “Jontxu nos ha enseñado mucho, a vivir cada día con más intensidad. Cada día es un despertador de eso. Hoy mismo hemos entrado con las velas a su cuarto y como todas las mañanas: con una gran sonrisa a pesar de todo lo que le pasa”, puntualiza.
"Es un crack"
A lo largo del día están recibiendo muchas felicitaciones. “Es un crack. A pesar de todo lo que le pasa, es sonrisa, es tirar para adelante y es un ejemplo vital espectacular”, afirman. Viendo la situación de Jon, abrieron la asociación de Walk On Project con el objetivo principal de “ayudar a más gente”. “Jon es nuestro capitán, está por encima del presidente”, matizan. “Tenemos una suerte enorme la gente que estamos con él”, apostillan.
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