La infraestructura pensada para suavizar uno de los desniveles más acusados de Gernika-Lumo, como es la instalación de una rampa mecánica, sigue su curso, y el Ayuntamiento ha anunciado la puesta en marcha de la segunda y última fase del proyecto. La obra, con un presupuesto de 808.000 euros, culminará una actuación diseñada para mejorar la accesibilidad en uno de los tramos más empinados del casco urbano.
La actuación abarca el tramo comprendido entre las calles Carlos Gangoiti e Iñigo López de Haro, y esta segunda fase completa un plan que busca facilitar la movilidad de vecinos de todas las edades, en especial de personas mayores y usuarios del ambulatorio. El proyecto incluye también la renovación del pavimento de la acera, aunque sin modificar las rasantes actuales, lo que evita alterar de manera significativa la configuración urbana de la zona.
La primera fase del proyecto comenzó en febrero de 2025 y se desarrolló en el segmento que conecta Iñigo López de Haro con el centro de salud.
La estructura mecánica de este primer tramo, de 48 metros de longitud y seis de desnivel, ya está instalada. Con una pendiente de diez grados, un metro de ancho y una velocidad de 0,5 metros por segundo, permitirá un tránsito cómodo para los peatones. La rampa estará equipada con un sistema de control automatizado que gestionará el arranque y la parada mediante sensores fotoeléctricos.