La compra de Talgo que lidera el empresario vizcaino José Antonio Jainaga pone en órbita la actividad en el capítulo de M&A –fusiones y adquisiciones en sus siglas en inglés– de las compañías vizcainas, pero en trasfondo hay varias operaciones que ponen de relieve el apetito del tejido productivo de Bizkaia y su interés por ganar tamaño industrial.
Todo ello en un contexto marcado por la incertidumbre que generan cuestiones como los aranceles o el bajo ritmo de crecimiento de la economía europea, aunque en líneas generales el escenario es positivo. Un ciclo en el que el manual de supervivencia de las empresas invita a diversificar en producto y mercado, con el impulso añadido del abaratamiento de las líneas de financiación por el cambio de rumbo de la política monetaria del Banco Central Europeo.
Este dinamismo se produce además a las puertas de la puesta en marcha tras el verano del Plan de Inversiones del Gobierno vasco, que nace con vocación de ser un elemento tractor de la economía en general, pero también facilitar a las empresas operaciones que les permitan ganar dimensión. El objetivo es movilizar tres euros de capital privado por cada euro público y las primeras operaciones se cerrarán, según los cálculos del Ejecutivo, a finales de este año.
De forma paralela, también se puso en marcha este pasado mes de marzo la Alianza Financiera Vasca, en la que participan el Gobierno vasco y nueve entidades financieras (Federación de EPSV de Euskadi, BBVA, Laboral Kutxa, Kutxabank, Fundación BBK, Kutxa Fundazioa, Vital, BasqueFik y Elkargi). Una iniciativa que tiene el reto de “alinear las capacidades financieras” del territorio y ponerlas al servicio de la transformación económica e industrial de Euskadi”, destacó el lehendakari Imanol Pradales en la firma del convenio público-privado.
Las expectativas son buenas y la última operación de compra de una empresa vizcaina se anunció a finales del mes pasado. Dominion refuerza su área especializada en medio ambiente con la incorporación de una nueva planta de tratamiento de aguas industriales y centro de transferencia en Cartagena (Murcia), uno de los principales polos industriales del sur del Estado español.
Según anunció la compañía con sede en Bilbao, este nuevo activo no solo amplía sus capacidad operativa, sino que también “genera importantes sinergias con las instalaciones que la compañía ya gestiona en la región”.
Operaciones ‘en casa’
Las compras se materializan también en casa apuntalando el arraigo empresarial. Es el caso de la operación realizada por Talde Private Equity y Orza Gestión, entidad de inversión directa, perteneciente a las EPSV Geroa y Elkarkidetza, que a principios de año adquirieron una participación mayoritaria en Siban Peosa (Gallarta y con casi seis décadas de actividad) uno de los líderes europeos en la fabricación de bandas transportadoras de caucho para uso industrial en el transporte de graneles para minería, construcción y alimentación, entre otros. Exporta el 75% de su producción a 86 países. El objetivo de la operación es “impulsar su próxima fase de crecimiento que le permitirá consolidarse como líder en su mercado”.
Los fundadores seguirán vinculados accionarialmente al proyecto y liderarán el plan de crecimiento e internacionalización en esta nueva etapa de la compañía de Meatzaldea.
Con esta actuación corporativa, Talde cerró la sexta adquisición del fondo Talde Capital Crecimiento II, y continúa con su estrategia de inversión en empresas con gran potencial de crecimiento y posicionamiento diferencial. El fondo ha invertido recientemente en empresas como Cacesa (servicios logísticos para e-commerce con sede en Loiu, en el entorno del aeropuerto) o la gasteiztarra Auxitec (el Amazon vasco de las cadenas de distribución para comercio on line). Talde, con sede en la capital vizcaina, también ha colaborado con una participación minoritaria en el impulsado del desarrollo de AVS (Elgoibar), especializada en el diseño y desarrollo de equipamiento para la industria aerospecial y la gran ciencia, que tiene entre sus clientes a la NASA.
Fuera de Euskadi, ha tomado el control de Plymouth (fabricante de cintas aislantes de Pontevedra que ya ha cumplido un siglo de actividad) y a finales del año pasado anunció la toma de una participación mayoritaria en Discarlux, un referente en la distribución de carne premium para hostelería con sede en Madrid. La reciente actividad de Talde demuestra que una de las claves de las apuestas de inversión es diversificar sectores y ámbitos geográficos.
Otro agente activo en los últimos meses es Sidenor, la empresa bandera hasta ahora de José Antonio Jainaga, y que ha comprado Eplus (Barcelona) especializada en la gestión y valorización de residuos industriales. En este segmento del reciclaje de excedentes de la actividad manufacturera, Gescrap anunció en mayo la adquisición del grupo industrial aragonés López Soriano. La compañía sestaoarra, que está participada a su vez en un 33,3% por Gestamp, nació en 1996 para dar una segunda vida a la chatarra que genera la ACB. Hoy opera en 18 países y gestiona dos millones de toneladas de materias primas al año.
Más allá de la compra de empresas para apuntalar el crecimiento, hay compañías que refuerzan su compromiso con la economía de Bizkaia con crecimiento orgánico. Es el caso de Ormazabal que inauguró a principios del mes pasado su nueva sede en Derio, que ha supuesto una inversión de 15 millones de euros. El fabricante vizcaino de componentes eléctricos dedicará otros 20 millones su fábrica de Igorre.
Todo suma a la hora de ganar tamaño industrial y el Gobierno vasco no oculta que intentará que la sede de Talgo vuelva a Euskadi, a la fábrica de Rivabellosa, o a Bilbao, donde estará a partir de ahora el centro de decisión.
Inversión pública
3.900 millones de euros. La intensa actividad corporativa de las empresas vizcaina contará a la vuelta del verano con un nuevo estímulo, el programa de inversiones del Gobierno vasco. Es una herramienta que forma parte del Plan de Industria del Gobierno Vasco contempla una dotación pública de 3.900 millones de euros, y aspira a traccionar 12.000 millones de euros en inversión privada, movilizando así, 15.900 millones de euros público-privados durante esta legislatura para transformar el tejido industrial de Euskadi.
Proyectos transformadores. La veintena de proyectos transformadores que contempla el Plan, 10 bajo liderazgo del Gobierno Vasco y 10 bajo por empresas representativas del tejido productivo, se articulan en torno a tres ejes principales: más industria, mejor industria y menos emisiones y responde a las prioridades estratégicas europeas: innovación, descarbonización, autonomía estratégica y desburocratización, contribuyendo así al proceso de reindustrialización del continente.
Cuestión de dimensión. Según un estudio de Cebek, solo un 11% de las empresas vizcainas tienen más de 250 trabajadores, en la franja de entre 50 y 250 figuran un 17% de las compañías y la mayoría (41%) tiene de 11 a 50 empleados.