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El proyecto de la rampa mecánica de Gernika-Lumo entra en su fase final

Las obras, que arrancaron en febrero de este año, culminarán previsiblemente a mediados de septiembre

El proyecto de la rampa mecánica de Gernika-Lumo entra en su fase finalGernika-Lumoko Udala

Cada vez queda menos para que Gernika-Lumo disponga de una rampa mecánica en la calle San Juan, con el objetivo de mejorar la accesibilidad en uno de los tramos con mayor pendiente del casco urbano. Y es que ya se está instalando la rampa que facilitará la movilidad de las y los peatones, especialmente de personas mayores y personas usuarias del ambulatorio, y la obra del segundo tramo, adjudicada por 487.751 euros, se llevará a cabo después del verano en el segmento comprendido entre las calles Carlos Gangoiti e Iñigo López de Haro.

El proyecto arrancó en febrero de 2025 con la ejecución del primer tramo, entre la calle Iñigo López de Haro y el centro de salud, y su inversión total es de 808.000 euros. Con esta segunda fase, se culminará esta actuación urbanística que mejorará la movilidad urbana.

El alcalde, José María Gorroño, subraya el carácter estratégico del proyecto: “No hablamos solo de accesibilidad. Esta rampa refleja el compromiso del Ayuntamiento con una ciudad más amable y moderna”.

Proyecto dividido en dos tramos

Dividido en dos tramos, el primero de ellos arranca desde Artekale hasta Iñigo López de Haro y tiene una longitud de 25 metros y una diferencia de cota de tres metros. La calle San Juan se caracteriza por su fuerte pendiente longitudinal, con una media aproximada del 10,6% y la parte alta de la calle, – concretamente el tramo que va desde Iñigo López de Haro hasta Allende Salazar kalea– es precisamente la que tiene una pendiente más acusada y es en su punto más alto donde se ubica el centro de salud que da servicio al término municipal de Gernika –Lumo. Dicha calle cuenta con una acera con una anchura aproximada de 2,87 metros.

Este primer tramo de la obra, actualmente en fase avanzada, incluye la estructura mecánica de casi 48 metros de longitud y seis metros de desnivel, con una pendiente de diez grados. Su anchura de paso es de un metro y su velocidad de funcionamiento, de 0,5 metros por segundo, permitirá un desplazamiento cómodo para los peatones.

Esta rampa mecánica cuenta, además, con un completo sistema automatizado, equipado con un sistema de control capaz de gestionar el arranque y parada de forma remota mediante sensores fotoeléctricos. El mecanismo incluye varias fotocélulas situadas a ambos lados de la banda de rodadura que permitirán detectar la presencia de personas a lo largo del recorrido. Este sistema no requiere supervisión presencial y está diseñado para optimizar la eficiencia operativa.

Además de la instalación de la rampa, la intervención contempla la renovación del pavimento de la acera. No se modificarán las rasantes actuales, lo que permitirá mantener la estructura urbana existente sin grandes alteraciones. 

Durante la ejecución de la primera fase ha sido necesario renovar las redes de saneamiento y sustituir las conducciones de plomo, dentro de una actuación integral de mejora urbana. El calendario de obras, hasta el momento, se desarrolla según lo previsto por lo que la obra culminará a mediados de septiembre.

Gorroño, confía en que “la rampa mecánica contribuya a mejorar la calidad de vida de los vecinos y refuerce la cohesión del núcleo urbano, en línea con las políticas municipales de movilidad sostenible y accesible”. l