Gracias vecinas y vecinos de Meatzaldea. Gracias por ser gente sencilla, luchadora y amable, comprometida y soñadora, abierta y solidaria pero, sobre todo, por la infinita paciencia que a lo largo del año demostráis con este juntaletras que se cuela a diario, casi de rondón, en vuestras vidas, vuestras propuestas y vuestras actividades sean estas sociales, culturales, deportivas o solidarias para compartirlas con nuestros, vuestros lectores. Hemos pasado un año intenso que nos ha procurado sustos como el incendio que arrasó más de 50 hectáreas de arbolado en Muskiz y que puso de manifiesto la solidaridad vecinal y el buen hacer de los bomberos para evitar un catástrofe ambiental. Por contra, hemos visto nacer un ilusionante proyecto tecnológico e innovador que a buen seguro a medio plazo será un referente económico para una comarca que cada día se siente más orgullosa de ser minera. De haber sido cuna del desarrollo industrial de Bizkaia, de contar con empresas de referencia en muchos indicadores económicos sin olvidar que lo más importante son las personas, sean estas mayores o infantes. Ahí está Ortuella, reconocida como Ciudad Amiga de la Infancia por su política de apoyo a la carta de derechos de Unicef; o Abanto-Zierbena, cuyos escolares de Askartza Isusi han dado un lección de lucha por la igualdad procurando el reconocimiento a Amalia González Astobiza, maestra de este colegio de cuyo nombre decayó el rastro de la insigne profesora. Y qué decir de Trapagaran donde el Ayuntamiento ha hecho suya una iniciativa singular del grupo de Gigantes de Danetarako Danok que ha hecho una réplica del minero y la molinera para incorporarlos al protocolo municipal y apoyar la cultura popular y para recordarnos que Meatzaldea es, además, tierra de gigantes.
Reproducción del artículo publicado en el ‘Anuario Hemendik’ en el que Emilio Zunzunegi deja constancia de su querencia infinita por Meatzaldea y sus gentes.