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Instituto Etxepare: "Queremos que vivan el euskera como una lengua viva, que se escucha en la calle"

Una veintena de estudiantes de hasta ocho países participan este verano en un barnetegi intensivo en Zornotza, dentro del programa de inmersión lingüística impulsado por el Instituto Etxepare y la Fundación Aurten Bai

En imágenes: Los estudiantes de diferentes países del barnetegi de ZornotzaMiguel Acera

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Durante este mes de julio y a comienzos de agosto, el euskera suena con acentos de Uruguay, Francia, Polonia, Estados Unidos o Italia en el barnetegi de Zornotza. Allí, 27 estudiantes internacionales están participando en un curso intensivo de inmersión lingüística impulsado por el Instituto Etxepare y la Fundación Aurten Bai. El programa está dirigido a estudiantes que cursan euskera y cultura vasca en la red internacional de universidades del Instituto, con el objetivo de que vivan la lengua vasca desde dentro, en su propio entorno sociolingüístico.

"El objetivo principal es ofrecer a quienes estudian euskera fuera de Euskal Herria la posibilidad de vivir en primera persona una experiencia de inmersión lingüística", explica Monika Madinabeitia, directora del área universitaria del Instituto Etxepare. "Se trata de que comprueben que el euskera es una lengua viva, que se usa y se escucha en la calle".

El curso se desarrolla en dos turnos: el primero, del 14 al 25 de julio, con siete estudiantes de cinco países; el segundo, del 4 al 15 de agosto, con otros veinte jóvenes procedentes de hasta ocho territorios distintos. Los participantes se integran en grupos según su nivel de euskera, que abarca desde A1 hasta B2, y conviven con el resto de alumnado del barnetegi, compartiendo tanto clases como actividades diarias.

Este programa, que combina formación intensiva en el aula con una convivencia totalmente en euskera, permite reforzar las competencias lingüísticas a través de la práctica diaria y en contextos reales. "Estos programas permiten crear contextos comunicativos que no existen en sus entornos habituales. Además, suelen venir con un nivel mínimo de euskera, por lo que también suponen un impulso para profundizar en su aprendizaje", señala Madinabeitia.

Inicios del programa

La experiencia del barnetegi no es nueva en el marco del Instituto Etxepare. Desde sus primeros años de existencia, el Instituto ha ofrecido esta posibilidad al alumnado de su red de universidades. En los cursos 2010-2011 ya se organizaban estancias formativas de este tipo, inicialmente en el barnetegi Maizpide. Desde 2013, las estancias se celebran en el centro de la Fundación Aurten Bai, en Amorebieta-Etxano.

Durante todos estos años, la participación media anual ha rondado las 20 personas, aunque esa cifra ha variado. En algunas ediciones, especialmente en las primeras, no se alcanzaba ese número; en otras, especialmente en los últimos años, se ha superado gracias a un mayor esfuerzo económico de ambas instituciones. Además, ha habido estudiantes que han repetido la experiencia, lo que demuestra su valor formativo y vivencial.

"Algunas personas, tras participar en estos programas, deciden seguir aprendiendo euskera por iniciativa propia. Incluso hay casos de estudiantes que comenzaron como aprendices y hoy en día son lectoras o profesores de euskera del Instituto Etxepare en universidades de Europa", destaca Madinabeitia.

Más allá del aprendizaje, la iniciativa promueve el contacto entre estudiantes de culturas muy diferentes. "En las estancias, las y los participantes pueden conocerse entre sí y crear redes. Muchos provienen de contextos muy diversos, y este tipo de encuentros favorece la cohesión del grupo y el sentimiento de pertenencia", subraya la responsable del área universitaria.

El programa se enmarca dentro de la estrategia más amplia del Instituto Etxepare para la internacionalización del euskera y la cultura vasca. Actualmente, el instituto colabora con 35 universidades en todo el mundo y en 2024 más de 1.300 estudiantes se han matriculado en asignaturas relacionadas con la lengua y la cultura vasca.

Euskara Munduan

El Instituto también coordina el programa Euskara Munduan, que nació en los años 90 en Argentina y sigue activo. Este programa permite formar a personas para que puedan convertirse en profesorado de euskera en sus comunidades, incluso si no tienen formación lingüística previa.

Aunque el interés por el euskera varía según el país o universidad, la tendencia es positiva. "Mientras otras lenguas como el francés o el alemán pierden alumnado en algunos lugares, el euskera logra mantenerse e incluso crecer. Por ejemplo, en la Sorbona, el número de estudiantes ha aumentado notablemente este último año", asegura Madinabeitia.

Pero todo este trabajo no está exento de obstáculos. "Trabajamos con contextos culturales y políticos muy diferentes, lo que exige una gran capacidad de adaptación. La geopolítica nos afecta directamente. Por ejemplo, tuvimos que cerrar un lectorado en Moscú por la guerra", explica. La economía local, la normativa universitaria o las dinámicas administrativas también influyen en el desarrollo de estos programas, que requieren "una comunicación intercultural real", según Madinabeitia.

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Para sostener y proyectar estos esfuerzos, las alianzas con agentes locales como Aurten Bai son esenciales. "Las sinergias entre instituciones vascas y centros educativos son clave. Cuanto más sólidas sean estas colaboraciones, más fuerte será también la proyección internacional", concluye.

En definitiva, el programa de inmersión lingüística del Instituto Etxepare no solo fortalece el aprendizaje del euskera entre los estudiantes internacionales, sino que también contribuye a crear comunidad, a generar vínculos y a dar visibilidad a la lengua vasca en rincones del mundo donde antes apenas se conocía.