Con un sincero agradecimiento a las familias de los protagonistas, así como por la asistencia al acto del alcalde de Ugao-Miraballes, Ekaitz Mentxaka, acompañado por parte de concejales de su gobierno. Así comenzó, a las 17.00 horas de este sábado, el homenaje que el Hogar del Jubilado y Jubilada Gure Etxea de Ugao-Miraballes rindió a sus dos socios de mayor edad –hombre y mujer– con motivo de la festividad de Santa Ana y San Joaquín, padres de María y, por tanto, abuelos de Jesús de Nazaret. “Nuestra asociación intenta actuar de pegamento entre el colectivo de mayores y este es uno de los actos más entrañables que organizamos. Es una de nuestras señas de identidad porque creemos que los reconocimientos hay que hacerlos en vida”, afirmó antes los asistentes su presidente, Julio Fernández. 

José Luis y Josefa

En esta edición los afortunados fueron Josefa Olabarri Esquibel, de 97 años, y José Luis Zabala Liceranzu, de 95 años. En su caso, no pudo acudir a la sede de Gure Etxea “porque tiene problemas de movilidad”, explicó Fernández. “Por eso, hemos ido a su casa de visita y allí le hemos entregado la placa, aunque está su mujer con nosotros y en su representación”. Asun Ortiz de Zárate agradeció el gesto asegurando que, tanto la Junta Directiva como los socios, “son todos maravillosos”. A su marido, Luis, “le gustaba mucho venir aquí de poteo y a charlar con los amigos” y, sin duda, la visita recibida en su domicilio “ha sido muy bonita”.

José Luis Zabala tuvo que recibir el homenaje en su domicilio, a donde acudieron Josu Olabarri, Consuelo Curto y Julio Fernández, de la Junta Directiva de la asociación Susana Martín

Josefa Olabarri, por su parte, acudió acompañada de parte de su familia y disfrutó del reconocimiento y del reencuentro con sus convecinos. Nacida en el barrio de San Pedro de Abrisketa, de la cercana localidad de Arrigorriaga, es la segunda de 6 hermanos “y tuvo que dejar muy pronto la escuela para ayudar a su madre Fermina a cuidar de los más pequeños mientras iba hasta San Antón, en Bilbao, a vender leche con su burra”, relató su hijo Iñaki Abrisketa Olabarri. 

Josefa Olabarri recibió la placa muy ilusionada y sonriente Susana Martín

Una vez casada, cambió su residencia al caserío Mendiondo, del barrio ugaotarra de Ondategi, al que se dedicó en cuerpo y alma “y también se dedicó a vender leche y verduras, por eso es muy conocida en el pueblo”. El matrimonio tuvo tres hijos y la familia ha ido aumentando con “seis nietos y una biznieta”. Buena parte de ellos estuvieron en un reconocimiento “que está viviendo muy feliz”.

Los homenajeados recibieron placas y ramos de flores por parte del Hogar del Jubilado y Jubilada Gure Etxea de Ugao-Miraballes, mientras que el alcalde felicitó a los protagonistas “por un importante y merecido reconocimiento”.