“No tiene sentido que modifiquen la línea directa del bus entre Bilbao y Castro”

El enfado y la preocupación por la intención de modificar la línea directa de autobuses entre Castro y Bilbao también se ha dejado notar entre los usuarios y usuarias de la Intermodal. El Ayuntamiento de Castro Urdiales ya ha exigido al Gobierno de España –en concreto al Ministerio de Transportes– que no siga adelante con esta idea. La Corporación municipal al completo ha presentado alegaciones para dejar constancia de su oposición a ese anteproyecto que plantea estirar unos cuantos kilómetros el recorrido, lo que supondría más tiempo de viaje.

Marcos Hernández, de 35 años, vive en la localidad cántabra. Este vecino castreño confiesa que no sabía nada de la intención de modificar esta línea directa con Bilbao. “Me he enterado ahora mismo, no sabía nada. No creo que puedan hacer eso, no tiene sentido. ¿Cuánto tiempo más se va a tardar (media hora más)? Que no tiene sentido. No podrán hacerlo”, asegura.

Irati Castillo, de 20 años, también vive en Castro: “Durante el curso utilizo esta línea tres días a la semana para ir a clase. Esto me cambia todo, voy a perder una hora más cada día como mínimo”, señala enojada.

En el caso de José de Leon, de 40 años, vive entre Bilbao y Castro: “Lo hacen todo por joder. Tiene que haber una línea directa Bilbao-Castro. Que hagan una con más paradas si quieren, pero no pueden quitar la directa porque la utiliza mucha gente. Seguro que al final acabarán haciendo dos líneas distintas”.

Leire Garcia, de 30 años, natural de Santurtzi, también ha acudido a la Intermodal de Bilbao para coger el bus a Castro Urdiales. “Es la primera vez que cojo este bus y la verdad que me da un poco igual. Pero entiendo que para quien lo coja todos los días o más a menudo es una faena”.

Recorrido

Lo cierto es que entre los habituales usuarios ha sorprendido el recorrido de la futura línea directa Castro-Bilbao, que presenta una ruta que puede ser mucho más larga antes de dejar el municipio o al llegar, si el autobús procede de la capital vizcaina. Saliendo de Cotolino, en el sentido de circulación Castro-Bilbao, los autobuses enfilarán la antigua carretera nacional 634 por el Alto de la Cruz hasta Mioño.

Una vez superada esa parada, en lugar de ir a Lusa y enlazar con la autovía A-8, los vehículos seguirán recorriendo la N-634 subiendo Saltacaballo y enlazando con la A-8 en Ontón en el acceso del p.k. 141, justo antes del viaducto de la autovía de esa localidad.

Un recorrido mucho mayor en kilómetros y sobre todo, a través de vías urbanas y una carretera sinuosa, larga y peligrosa, como es la subida y bajada de Saltacaballo por la N-634 antes de coger la vía rápida ya cerca del límite con Bizkaia.

El rechazo es total también en el Ayuntamiento de Castro. De hecho, no dudan en emplear las palabras “incomprensible”, “retroceso” e “inverosímil” cuando hablan de este asunto. El último en hacerlo ha sido el concejal de Hacienda castreño, Pablo Antuñano, quien ha llegado a decir que el documento “parece que está hecho para la futura concesionaria”.

“Es del todo incomprensible. ¿Quién ha pensado esto?”, se preguntaba el edil en una emisora local. Todas esas novedades para la concesión del servicio público de transporte regular de viajeros habrían sido incluidas en ese pliego de condiciones sin previo aviso ni consulta con la institución local. El Boletín Oficial del Estado (BOE) lanzaba su plan a finales del pasado mes de mayo y desde entonces, las protestas oficiales se han sucedido hasta este pasado día 9 de julio, cuando se cerraba el plazo para dejar constancia del descontento.