Cada 16 de julio, Santurtzi pasea con orgullo su espíritu, viaja a lo más profundo de sus raíces y muestra al mundo su esencia. La celebración del día de la Virgen del Carmen en Santurtzi va mucho más allá de lo religioso, de hecho, lo religioso es una forma más de rendir tributo a la tradición marinera del municipio, una manera más de ponerse frente al espejo, mirarse detenidamente y tomar conciencia de uno mismo. Ayer, decenas de miles de personas, santurtziarras y de municipios de los alrededores, no quisieron perderse la centenaria procesión marítima de la Virgen del Carmen. La clave de que año tras año el municipio se llene para presenciar esta procesión y disfrutar de todo lo que le rodea, es que la procesión es el colofón a un viaje por la historia de Santurtzi, un periplo de 950 años que se ha realizado con la labor incansable de muchas generaciones. Ayer en la procesión estuvieron presentes hasta cuatro generaciones, pero las anteriores también estuvieron gracias a los recuerdos de los que hoy aún tienen voz y memoria.
La procesión empezó a las 18.00 horas, aunque una hora antes las inmediaciones del ayuntamiento y de la iglesia de San Jorge se fueron llenando de personas que no querían perderse la salida de la Virgen del Carmen. También hubo una importante representación institucional encabezada por la vicelehendakari primera del Gobierno vasco, Ibone Bengoetxea; el vicelehendakari segundo del Gobierno vasco, Mikel Torres; la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui; la diputada de Cultura, Euskera y Deporte, Leixuri Arrizabalaga y el presidente del EBB, Aitor Esteban; además de alcaldes y alcaldesas de municipios del entorno como el de Basauri, Asier Iragorri, el de Ortuella, Saulo Nebreda, y los exalcaldes de Santurtzi Ricardo Ituarte y Aintzane Urkijo; y una nutrida delegación municipal encabezada por la alcaldesa Karmele Tubilla, quien ejerció de anfitriona en el día de su cumpleaños y aseguró que “este es un día muy especial para los santurtziarras independientemente de ser creyentes o no. Esta jornada es el mejor escaparate, el mejor reflejo de lo que somos como pueblo, de nuestro carácter, nuestra relación con el mar y nuestra historia”.
Finalmente, llegó el momento. Sonaron las campanas de la iglesia de San Jorge a las 18.00 horas, la banda de música de la localidad empezó a tocar y la imagen de la virgen, porteada por Justino y sus chicos que llevan 45 años porteando la imagen, salió por la puerta de San Jorge. La ovación y los gritos fueron instantáneos. Emoción no sólo para los creyentes, sino también para quienes tienen el alma marinera y llevan Santurtzi impregnado en su ADN. Esa difícilmente descriptible emoción por honrar a la tradición de tu pueblo, de reconocer a tus antecesores y de sentir la emoción que están viviendo los demás en ese mismo momento. Por quienes estuvieron y ya no están, por quienes están por primera vez, por los santurtziarras que nacieron en Santurtzi, por los que lo hicieron en Galicia, Andalucía, Castilla, Perú, Senegal o Colombia y que han echado raíces y construido su proyecto de vida en la localidad marinera. Es el caso del colombiano Steven López, Mejor Cuadrillero 2024 que explicaba que “para mí y creo que para todo Santurtzi este es un día muy especial y muy bonito que va más allá de la religión. Así se lo intento transmitir a todo el mundo y, cómo no, a mi familia de Medellín”.
La imagen de la Virgen del Carmen acompañada por una amplia comitiva avanzó por el parque central para tomar rumbo hacia el puerto pesquero de Santurtzi. Como es tradición, hizo una parada en el camino para que el dantzari Lander Campos bailase el aurresku de honor a la virgen. Tras este mágico momento, la comitiva reanudó la marcha y en su camino hacia el puerto fue dejando a izquierda y derecha a miles de personas que se dieron cita en el recorrido para presenciar la procesión. Al llegar al puerto pesquero de Santurtzi, la virgen embarcó en la embarcación Karmengo Amabirjina, un bote construido en 2007 y que encabezó la comitiva conformada por un centenar de embarcaciones. Otros, se quedaron tierra adentro esperando al regreso de la imagen. Fue en el mar donde se vivió otro de los momentos de mayor emoción, el de la ofrenda floral en recuerdo a las personas que ya no están. Y es que el día del Carmen tiene mucho de recuerdo y de homenaje a todos y todas los que han trabajado durísimo por crear sus proyectos de vida y de familia y, con ello, hicieron crecer a esta bonita aldea que hoy es el cuarto municipio más poblado de Bizkaia, sin perder su esencia. Una vez realizada la ofrenda floral, la Karmengo Amabirjina y el centenar de embarcaciones que hicieron la procesión marítima, deshicieron el camino para volver a tierra, donde miles de personas esperaban el regreso de la virgen y, nada más tocar tierra firme, volvieron los aplausos y vítores en el camino de vuelta de la imagen a la iglesia de San Jorge. Allí finalizó la procesión, pero no esta jornada tan especial en Santurtzi, que siguió a toda marcha con un espectáculo de fuegos artificiales, aperitivo al concierto de Rosario Flores.