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El escenario de la paz en Getxo

Diez jóvenes actrices de Utopian y de un teatro suizo comparten un proyecto artístico que va más allá de la escena

El escenario de la paz en Getxo

Paz: ausencia de ruido o ajetreo en un lugar o en un momento. Es la cuarta acepción de la RAE para definir esa enorme palabra que forman tres únicas letras. Paz. Y la Real Academia recurre hasta a ocho significados para explicar qué es. Paz. Bakea. Fride. Peace. Y, a partir de ahí, el mundo... “Para ellas, es muy importante la paz interior”, apunta Arantxa Iurre, coordinadora de Utopian, el espacio de Getxo donde fluyen y hierven la creatividad y las artes escénicas.

Y ellas son las cinco actrices suizas y las cinco vascas que hacen palpable el proyecto 'Jóvenes Pensando: Guerra y Paz' que brotó de la mente inquieta y expansiva de Arantxa, mujer poliédrica: actriz, directora y dramaturga. Y, soñadora. El verano pasado, las chicas de Utopian viajaron hasta Lucerna para reflexionar y crear sobre la guerra. En esta escena de 2025, las intérpretes helvéticas han llegado a Bizkaia para abordar las ramificaciones de la paz.

Entre 14 y 17 años

La vertiente linguística traza, en efecto, hasta ocho caminos pacíficos. La artística va más allá: es un scalextric atrayente y ojalá eterno; es una vía prácticamente infinita. Y libre. Primero, las actrices, de entre 14 y 17 años, se juntaron, hablaron, compartieron visiones, debatieron... Luego, plasmaron todo en una acción creativa que se subió a las tablas el pasado viernes.

En el patio de butacas: emociones y lágrimas. Y en medio de todo ello, visitas al Museo Memorial del Cinturón de Hierro, en Berango, y al Museo de la Paz de Gernika. “Si los políticos tuvieran paz interior, el mundo igual sería menos violento”. Es uno de los posos que deja esta experiencia exprimida por esta decena de mujercitas que no se achantan. 'Jóvenes Pensando: Guerra y Paz' y sí, el último término es de dimensiones mayúsculas, pero la clave está en el verbo.

¿Qué piensan los jóvenes?

Se critica a los jóvenes porque no piensan, yo ya sabía que no era así, porque lo veo aquí en Utopian, donde les das un lugar y siempre tienen algo interesante que aportar. Creo que en la sociedad no les dejamos el espacio para que nosotros, los adultos, podamos saber qué piensan. Porque lo saben y saben lo que quieren”, comenta Arantxa.

Y esa es parte de la raíz de este proyecto, claro. Ella, junto a Reto Ambauen, director del Vor Alpen Theatre de Lucerna, dirigen esta función (vital). Ainhara, Kattalin, Katixa, Naia e Itziar, además de Leana, Lea, Lorine, Joy y Valentina son el alma de la iniciativa, apoyada por Haizea Baiges, Unai Baiges y Arrate Núñez, y aupada por UN Etxea (Asociación del País Vasco para la Unesco), la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno vasco y el Aula de Cultura de Getxo.

Las jóvenes actrices, con el director del Vor Alpen Theatre, estuvieron en el Museo de la Paz de Gernika

“Los jóvenes tenemos un papel activo y tenemos cosas que decir”, reivindican al unísono las protagonistas de esta historia compartida. Cuarenta integrantes de Utopian alzaron la mano para involucrarse en este ejercicio. Hubo que seleccionar solo a cinco. “Nos dieron la oportunidad de participar en este proyecto y tenemos mucha suerte. El año pasado fuimos a Suiza y fue una gran experiencia. Tenemos diferentes puntos de vista, son ideas distintas y aprendes un montón”, resumen las actrices de la escuela de teatro getxoztarra. “Es muy interesante conocer a gente de aquí porque cada sitio tiene su estilo artístico y era muy interesante mezclar ambos y ver qué podía surgir de ahí”, constatan las intérpretes de Suiza, desde la sede de Utopian, en Algorta. Allí, en común y con esos puntos de partida diversos, comenzó el trabajo. “Hemos empezado con un: cuando pensamos en paz, ¿qué palabras nos vienen a la cabeza? Realmente, es un tema muy difícil... Y han salido: seguridad, compañerismo, solidaridad, libertad... También hemos pensado que no solo es paz entre la gente, sino con nosotras mismas”, trasladan. Esas pinceladas iniciales se reflejaron en la pieza final, con un color para la paz: el verde esperanza. Este es el segundo combate después de la tarea de 2024 en Lucerna: la guerra. “Las chicas nos sorprendieron porque se centraron, por un lado, en qué pasa en el minuto antes de morir y luego, hicieron mucho hincapié en la reconstrucción. Nunca había batalla. Es como que tenían ganas de olvidar para reconstruir. No querían pensar en la guerra en sí. Me pareció muy interesante. A mí se me habría ocurrido otra cosa, si hubiera algún chico en el grupo seguramente también habría sido distinto...”, analiza Arantxa.

Pero, ¿y qué era la guerra para un país como Suiza, el paradigma de neutralidad? “Hablamos de la que la última guerra para nosotros fue en 1848 y solo murieron 14 personas”, interviene el director del Vor Alpen Theatre. “Ahora, en el mundo, estamos en un momento en el que hay tan poca seguridad que es muy importante defender algunas de las cosas que nos permiten construir la paz, como, por ejemplo, la democracia. Creo que es un buen momento para reflexionar sobre ello con los jóvenes”, añade Reto, en sintonía con Arantxa. Su unión echó a andar cuando la coordinadora de Utopian quiso conocer de cerca compañías que mimaran a sus intérpretes más jóvenes y el Vor Alpen Theatre era una referencia. Los dos conectaron y quisieron trabajar juntos. En paz.