Capilla de San Bernardo en Gorbeia
Cuando Sopeña hizo el refugio de Arraba, en Zeanuri, ahora llamado Elorri aterpea, le dotó de una representación de nuestro santo patrono alpino, San Bernardo de Menthon. Era una capillita de madera muy coqueta de 40 cm de alto por 25 de ancho y 3 de fondo, con tejado a dos aguas. Se fabricaban desde 1954 por un artesano bajo pedido en el santuario de San Bernat de Montseny.
La capillita era del estilo de las que se ponían en Suiza sobre un poste de madera en los cruces y collados de alta montaña. Se entronizó y estuvo presidiendo el refugio público de Gorbeia desde su inauguración el 29 de mayo de 1960 hasta el invierno de 1988. En esa época el refugio no tenía guarda y se comprometían los clubes los fines de semana a cuidarlo voluntariamente.
Mi aita fue uno de aquellos que tantos fines de semana pasó de guardia. Rompieron la capilla estando de guarda del refugio Agustín, un chico muy majo. Los jóvenes que le acompañaban de su club de Larrabetzu quemaron en un descuido de él la capilla echándola al fuego de la chimenea de la sala-comedor. Era una época muy reivindicativa.
Era presidente de la Vizcaína Fernando Alonso (murió el año pasado y aquí le dedicamos un obituario, el 181 publicado el 8 de septiembre). Aquel vandalismo dolió en el alma, especialmente a un buen amigo mío que había recibido directamente de Sopeña la custodia de la capilla de madera. Le costó mucho enterarse de dónde se podía fabricar, dado que aquí no existía esa tradición.
Una vez consumida por el fuego en pocos minutos se propuso a la Federación instalar otra y Fernando apoyó el proyecto de reproducirla. Mi amigo buscó el contacto del artesano catalán, pero había fallecido. Los establecimientos de material litúrgico de Bilbao, que proporcionaban imágenes de santos, no disponían de tal santo en capilla. Se buscó dónde hacerlo.
Mi amigo se dirigió a unos buenos decoradores, que todavía queda el estudio en la calle San Mamés, EL CAJON, para ver si con su imaginación, arte y poco presupuesto que tenían, qué podían hacer.
En principio les resultaba algo fuera de sus trabajos, lo suyo era escaparatismo. Insistió, les dio una charla de Gorbeia, sobre el refugio, del santo, de su patronazgo, de la importancia del montañismo aquí y les hizo un dibujo de aquella capilla quemada. Quedaron en pensarlo. Tras más visitas, consiguió que hicieran algo bonito.
Les presentó una estampa hecha a mano, que había que enmarcarla en un cuadro, para lo que mandaron a su compañero artista allí mismo en el Callejón de Zollo, al taller de cuadros de Molcris, quien dándole volumen como a la capillita destruida, hizo una creación muy singular y le puso por base hojas de un hayal de Gorbeia que ellos mismos recogieron. Desde el 9 de julio de 1989 estuvo en el refugio hasta que hemos llegado a la situación que parece molesta a la libertad todo lo religioso.
Colocaron la capillita Fernando, mi aita y el informante. El guarda del refugio custodiaba el cuadro con gusto. No volvió a haber más problemas hasta la llegada de la nueva dirección de la Federación Bizkaina en que se limpiaron todas las paredes de la sala-comedor e hicieron arreglos de pintura y otros. En una visita al refugio descubrimos su falta y preguntamos dónde estaba. Nos dijeron que habían retirado el cuadro al almacén, porque en estos tiempos no tenía cabida.
Hicimos intento de que se repusiera, pero no la colocaron más en su sitio. San Bernardo de Menthon es bastante desconocido para la gente montañera. Sopeña hacía fiesta el día del santo y se celebraban charlas con programa de mano. Parecido se hizo en Gipuzkoa y Araba, pero al salir Sopeña de la Federación se diluyó su celebración.
El 15 de junio de 2023 celebramos una preciosa misa montañera en la ermita de San Bartolomé de Lejarza en Güeñes, templo también montañero, en el 50 aniversario del Grupo Alpino Gallarraga, dado el interés de su presidente, Txutxi Muguerza. Así que celebramos el milenario del nacimiento del santo y el Centenario de su patronazgo a los alpinistas. Sobre san Bernardo de Menthon he publicado aquí dos artículos, el 56 de Historias Montañeras (16-01-2022) y el 118 (11-06-2023).
El cuento termina de la siguiente manera. Hace 15 años me presenté en el refugio y le pedí por favor al guarda si me podía dar el cuadro del santo para donarlo a alguna entidad propia, a lo que Javi contestó que sí. Contento marché con el santo. Ha vivido conmigo durante este tiempo, y ahora es el momento de donarlo a MENDIETXE MUSEOA en Azpeitia, posiblemente el mejor museo alpino del mundo. Creo ya sé dónde lo pondrá Alex Txikon, que se va a enterar, como tú lector, al leerme, de esta donación.