Síguenos en redes sociales:

Olas que sacan sonrisas

José Luis Berasaluce dirige una escuela de surf en Sopela y Gorliz que imparte clases a niños y niñas vulnerables

En imágenes: Olas que sacan sonrisasBSE

5

La sensación del aire fresco y el agua salada han acompañado a José Luis Berasaluce desde la cuna. “He nacido en el mar”, resume este surfista profesional vasco-brasileño afincado en Bizkaia. Con 3 años se subió por primera vez a una tabla en la escuela de surf de su padre, en Praia do Rosa (Brasil), y con 10 ya cabalgaba olas solo. Con 14 años empezó a dar clases con su padre y, desde entonces, el surf forma parte de su vida. Hoy en día, con 34 años, tiene alumnos por todo el mundo y ha surfeado en Australia, Indonesia, México, Brasil, Marruecos, etc., y ha compartido olas con los mejores. Sin ir más lejos, en 2019 se proclamó campeón de España y fue noveno del mundo. En 2020, llegó la pandemia y abandonó el circuito.

De madre bilbaina y padre brasileño, ha pasado gran parte de su vida entre el país carioca y Bizkaia. En 2021 recogió el testigo de su padre y puso en marcha Berasaluce Surf Eskola en la playa de Barinatxe de Sopela y en la playa de Gorliz. Transmitir esta forma de vida a otras personas es lo que le motiva, especialmente a los más jóvenes, los futuros surfistas. Porque tal y como afirmó Tom Blake, uno de los surfistas más influyentes, “el surf te guía por la vida, especialmente cuando eres joven y tienes esperanza en tu corazón”. Una esperanza, en ocasiones, apagada por la falta de recursos que quieren contribuir a cambiar. Por eso, junto a su pareja Aitziber Fidalgo y la fundación Biobizz, pusieron en marcha el proyecto Semillas de mar, mediante el cual imparten clases a niños y niñas vulnerables por diferentes razones: económicas, de género o enfermedad. Una semilla que ya plantaron en México y que ahora han trasladado a Bizkaia porque “aquí también hay muchas familias que necesitan un poco de apoyo”.

Semillas de mar es un proyecto ecosocial mediante el cual niños y niñas aprenden a respetar la naturaleza y descubren, a través del surf, lo que les ofrece a cambio. “El proyecto surge por las ganas de ofrecer algo a cambio a las comunidades que nos acogen en diferentes lugares del mundo y poder dejar semillas de mar a los niños y niñas de estos lugares”, relata. Por eso buscan “acercarles al mar, al surf y a la vida sana aprovechando los recursos naturales”. Especialmente, a aquellos jóvenes que no tienen facilidades para pagar una clase de surf. “Intentamos que dejen a un lado las pantallas y se entretengan con la naturaleza. Desarrollamos actividades de reciclaje con residuos de la playa, manualidades, etc., para fomentar su creatividad”, exponen.

Bautismo de surf

Sobre esta línea, el pasado mes de junio, cerca de 40 alumnos y alumnas del CEP San Ignacio de Getxo de 5º y 6º de Primaria disfrutaron de una clase de surf gratuita en la playa de Gorliz. Una iniciativa que les acercó a este deporte, su técnica, nociones de seguridad en el agua y, sobre todo, les brindó la posibilidad de coger sus primeras olas. “Algunos no sabían nadar y al principio estaban un poco nerviosos, pero luego me han sorprendido y han acabado surfeando”, relata José Luis. Una experiencia diferente fuera de las aulas que desde el centro educativo valoran de forma muy positiva.

“Estamos encantados con la experiencia. A los alumnos se les ha dado muy bien el surf y para ellos ha sido una inyección de autoestima. Algunos no habían ido nunca a la playa y, posiblemente, por sus propios medios no hubieran tenido la oportunidad de acceder a una clase de surf”, describe la directora del centro, Oihane Lázaro, agradecida con la iniciativa de Berasaluce Surf Eskola. El colegio San Ignacio es “una escuela familiar y pequeña”, detalla, que engloba a un alumnado “en su mayor parte migrante y con un nivel socioeconómico bajo”. Por ese motivo fue elegida por José Luis y Aitziber para llevar a cabo el proyecto. “Vimos que encajaba muy bien con el perfil que buscábamos”, señala Aitziber. Tal fue la satisfacción por la experiencia que muchos de ellos se interesaron por nuevas lecciones, por lo que ya están trabajando en diseñar un calendario para impartir más clases a niños y niñas sin recursos en septiembre. “Aquí hay cantera de surfistas”, proclaman José Luis y Aitziber tras plantar nuevas semillas de mar en Bizkaia.