La contaminación acústica es una problemática que las ciudades modernas tienen cada vez más en cuenta. En esta materia, Barakaldo acaba de dar un importante paso adelante con la aprobación del Plan de Acción para la Calidad del Ambiente Sonoro, un documento que estará vigente hasta el año 2029. “Hemos dado un paso importante con la aprobación de un Plan que, además de transversal, nos ayudará a cambiar y concienciar a Barakaldo y a los barakaldeses y barakaldesas de la importancia de tener una calidad acústica buena ya que repercute directamente en nuestra salud”, declara Alba Delgado, edil de Desarrollo Sostenible y Medio Natural del Ayuntamiento de Barakaldo.

La aprobación de esta hoja de ruta en materia acústica llega tras la creación de un mapa del ruido en la localidad fabril que ha servido para precisar los puntos del municipio en los que el ruido cobra un mayor protagonismo en el día a día. En concreto, dicho mapa ha servido de base para confeccionar este plan con el que Barakaldo pretende ser una localidad mucho más amable en materia acústica gracias a la aplicación de medidas que buscarán que el ruido vaya perdiendo protagonismo en aquellos puntos del municipio en los que tiene una mayor presencia. “Este Plan será nuestra guía para adoptar las estrategias y acciones que sean necesarias para corregir esta situación durante los próximos cuatro años. Aunque desde el consistorio barakaldarra haremos frente a los diferentes retos para la lucha contra la contaminación acústica, necesitamos la colaboración de la ciudadanía ya que la mejora en de la calidad ambiental depende también de los hábitos de todos y todas”, precisa Delgado. 

Pasos hasta 2029

Esta hoja de ruta cuenta con seis líneas estratégicas que marcan los pasos a dar hasta 2029. La primera de ellas es la realización de acciones que garanticen la información y el seguimiento acerca del ruido, mientras que otro de los ejes centrales será la aplicación de herramientas para gestionar el ruido en la localidad fabril. El tercer pilar de este plan es la aplicación de acciones correctivas en el tráfico como es la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, mientras que otra prioridad será la distinción de las zonas tranquilas y los espacios a proteger. Asimismo, también se buscará la gestión de focos de ruido que no figuren en el mapa y, por último, se trabajará en la divulgación y educación ambiental. Todo ello se cristalizará en un total de 38 acciones.