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Orozko y Colombia unidos por el linaje de los Olarte

El colombiano Juan Esteban Olarte, residente desde hace y años en Lisboa, ha hecho un emocionante viaje en el tiempo para pisar la tierra y ver las antiguas propiedades de sus destacados antepasados

Orozko y Colombia unidos por el linaje de los OlarteI.G.U.

Tal y como dejó recogido el banderizo e historiador vizcaíno Lope García de Salazar en sus Bienandanzas e Fortunas, los Olarte eran conocidos entre la nobleza como naturales de Orozko y se les consideraba “buenos escuderos" ya desde el siglo XIV. Esta familia llegó a ser fiel servidora de los señores de Ayala, valle al que estuvo vinculado el municipio de Orozko hasta el siglo XVIII. 

Con el paso del tiempo, y gracias a sus recursos agropecuarios y a la riqueza obtenida del hierro de sus ferrerías, el linaje de los Olarte llegó a tener gran poder y un rico patrimonio con iglesia propia, torre, palacio y lagar e instalaciones hidráulicas. De hecho, el significado del apellido (entre la ferrería o ferrerías) deja constancia de esa estrecha vinculación de la familia con la actividad de elaboración y manipulación de hierro.  

De Olarte a Colombia en 1525

En 1525, tres hermanos de apellido Olarte se marcharon del barrio que lleva su apellido para emigrar a América en busca de un futuro mejor y su destino fue Colombia. Uno de ellos era Martín de Olarte y se instaló en la provincia de Vélez. Cinco siglos después, su descendiente Juan Esteban Olarte Bácares, residente desde hace 7 años en Lisboa (Portugal), ha vuelto a pisar la tierra de sus ancestros vizcainos. 

Lo ha hecho en representación de su familia, sobre todo de su padre, Rafael Augusto Olarte Suarez, “que siempre ha sido una persona muy curiosa y hace ya tiempo empezó a indagar sobre la historia de los Olarte, para saber de dónde veníamos y conocer nuestros orígenes y el de nuestro linaje”, explica.

"Mi padre siempre ha tenido curiosidad por conocer la historia de sus orígenes y su mayor sueño es poder viajar hasta Orozko"

Juan Esteban Olarte . Descendiente del linaje Olarte de Orozko

Gracias a las investigaciones y búsquedas realizadas a través de Internet, “encontró que en en un pueblo llamado Orozko había una iglesia llamada San Bartolomé de Olarte”. A partir de ese dato, siguió tirando del hilo y descubrió que “hace 500 años tres hermanos embarcaron para América en busca de nuevas oportunidades, aunque aún no sabemos las razones exactas de su marcha”.

Ese viaje les llevó hasta Colombia y cada hermano se asentó en una región diferente: uno en la zona norte, otro en la parte más occidental cercana a lo que hoy en día es Medellín “y la rama a la que pertenece mi familia, la de Martín de Olarte, es la que acabó en la provincia de Ricaurte, en la zona de Vélez y de Moniquirá, de donde somos originarios nosotros”.

Con esta información de partida, “mi padre empezó a investigar más a fondo y a dar forma a su árbol genealógico” y ahora está ya en fase de redacción de un libro sobre la historia de la familia Olarte “que quiere publicar en breve”.

El viaje a sus orígenes de Juan Esteban Olarte 

Desde que tuvo conocimiento de sus orígenes, el verdadero sueño de Rafael Augusto Olarte Suarez ha sido poder viajar hasta la tierra de sus antepasados. De momento no ha sido posible. Pero, de alguna manera, lo ha conseguido a través de su hijo pequeño. “Hace 5 años estuve a punto de hacerlo. Tenía incluso comprados los billetes de avión a Bilbao y había contactado ya con la Alcaldía. Pero, llegó la pandemia y tuvo que ser anulado”.

Ha sido en este mes de junio cuando Juan, animado por su pareja y en su compañía, emprendió ese viaje pendiente desde Lisboa a Orozko. Llegó el pasado sábado, 7 de junio, y ese día no fue posible establecer contactos fructíferos. “El museo estaba cerrado, pero vimos el mapa del pueblo y en él localizamos el barrio de Olarte y la iglesia de San Bartolomé. Fue muy emocionante”, relata sobre su primer contacto con la población origen de sus antepasados.

Para el colombiano afincado en Portugal fue muy emocionante pisar el barrio que lleva por nombre el apellido de su familia

Tras descansar y pasar noche en Bilbao, el domingo hicieron un segundo intento. “En el museo nos dieron información, aunque gran parte ya la tiene mi padre. Luego fuimos a preguntar a cafeterías sobre personas relacionadas con el apellido Olarte o que tuvieran información sobre la familia”. Y, gracias a la amabilidad de los vecinos del pueblo, ese día “nos pudimos acercar hasta Olarte y nos abrieron la iglesia para que pudiéramos ver el interior, una propiedad que era de la familia hace 500 años”.

Dos intensas y emocionantes jornadas

A partir de ese momento, Juan Esteban Olarte, junto a su pareja Susana, ha vivido una experiencia única e inolvidable, llena de sentimientos y de sensaciones difíciles de explicar con palabras. Y es que las pesquisas les llevaron hasta el investigador Iñaki García Uribe. “Lo llamaron por teléfono y se encontraba en el monte. Aún así, dejó lo que estaba haciendo, quedó con nosotros y, a partir de ese momento, se convirtió en nuestro guía y amigo en este viaje por el tiempo para encontrar el origen de mi familia”. 

"Pisar nuestra tierra es rendir honor a nuestros antepasados y a nuestro apellido"

Juan Esteban Olarte . Descendiente del linaje Olarte de Orozko

Y el lunes, el epicentro de la aventura volvió a ser Olarte. En compañía del investigador volvieron a ver la iglesia de San Bartolomé de la que fueron patronos los Olarte y atravesaron el umbral del anexo cementerio donde están enterrados algunos de sus antepasados "y vi la lápida del primer Olarte conocido del que hay registro". Además, estuvieron junto a la espectacular Torre de Aranguren, construida en torno al año 1500. De estilo renacentista, es una de las más bellas de Bizkaia y sobre una de sus puertas está el escudete con las armas de los Olarte, con quienes estuvieron emparentados los Aranguren desde el siglo XIV, y fueron los dueños de este edificio hasta el siglo XVII. 

La torre de Aranguren tiene aún en su fachada el escudo del linaje Olarte

También se acercaron hasta el río que atraviesa el barrio de Ibarra. "Me mojé, tomé de su agua, sentí...Fue algo que no se cómo describir. Algo único. va a ser difícil que vuelva a tener una sensación igual", afirma Juan con emoción. Tras esta intensa experiencia, su deseo, su sueño personal es "traer a mi padre hasta aquí, sería el mejor regalo de su vida". Y también quiere volver a Orozko con sus hermanos (la mayor vive en Holanda y el mediano en París) y tiene claro que "traeré a mis hijos, porque al final somos de acá y pisar nuestra tierra es rendir honor a nuestros antepasados".

Fotos, recuerdos y sensaciones

Juan y Susana ya han regresado a Portugal. Han vuelto cargados de recuerdos, imágenes y regalos, como un libro sobre la historia de los Olarte. "Según nos ha explicado Iñaki García Uribe, solo se editaron cien ejemplares. Nos ha dado el número 47. Era de su padre y ahora va a ser para el mío que, curiosamente, nació en 1947. Siento que, de alguna manera, fue escrito para él".

Antes de regresar a Portugal, Juan y su pareja fueron recibidos por el alcalde de Orozko, Aitor Iza

Juan no puede evitar mencionar otro paralelismo que, tras esta intensa experiencia, estrecha aún más los lazos de unión entre los Olarte de Colombia y su barrio de origen. "Mi papá, que ahora tiene 78 años, siempre tuvo junto a mi madre el inexplicable anhelo de tener una casa en la montaña, con un río pasando cerca. Lo consiguieron hace cinco años, en una finca cerca de Bogotá. Y las propiedades de los Olarte en Orozko están, también, en una montaña y cerca de un río".

Destino o casualidad. No es posible saberlo, pero para el joven ha sido "algo mágico, como si mi padre hubiera imaginado el paisaje donde vivieron sus antepasados". Lo que ahora tiene más claro que nunca es "el orgullo de llevar este apellido" y su firme intención de que "perdure en el tiempo por otros 500 años, por lo menos".