El Grupo Lacilla recibe el premio Enkarterri Hoberantz como tractor del desarrollo comarcal
El centro San Viator y la Mancomunidad conceden este reconocimiento, que busca aunar esfuerzos en creación de empleo, calidad, innovación tecnológica, formación continua y respeto al medio ambiente
La Torre Loizaga de Galdames se vistió de gala el jueves por la tarde para acoger una nueva edición de la entrega del premio Enkarterri Hoberantz. Organizado por el centro San Viator de Sopuerta (perteneciente a la red diocesana de centros EBI) y la Mancomunidad de las Encartaciones, y que cuenta con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia, Enkartur, SPRI, la asociación de desarrollo rural Enkarterrialde y la asociación empresarial Enkarterri Group, pretende aunar esfuerzos en favor de la comarca, reconociendo la importante labor de las empresas y premiando su esfuerzo en creación de empleo, apuesta por la calidad, innovación tecnológica y compromiso por la formación continua, entre otros aspectos que se valoran. Porque “divididos caeremos, unidos resistiremos”, reprodujo la alcaldesa, Raquel Larruskain, haciéndose eco de “un proverbio popular”.
El reconocimiento recayó en el Grupo Lacilla de Sopuerta. El jurado ha tenido en cuenta su compromiso con el desarrollo empresarial de la comarca, apuesta por expandir su actividad, trabajo en pro de la calidad y resistencia, estrategia por impulsar la innovación constante y por “establecer la sostenibilidad medioambiental como eje estratégico con el mayor panel fotovoltaico de Enkarterri”, indicó la directora de San Viator, Bego Maite Jiménez, quien se estrenó en los premios Enkarterri Hoberantz acordándose de su predecesor, Luciano Cearsolo, y reivindicando la “identidad, recursos y talento de la comarca”.“Que las aulas hablen el lenguaje de las fábricas y los campos”, pidió para ilustrar el papel trascendental de la educación para afrontar desafíos como “el relevo generacional y la digitalización”.
A ellos también se refirió el presidente de la Mancomunidad de las Encartaciones, Martín Pérez Garmendia, para construir un territorio “con diversidad de sectores” que se enarbola de su “sentimiento de pertenencia y de apostar por los proveedores locales”, como certifica el observatorio anual de la asociación empresarial Enkarterri Group.
“Os seguimos necesitando”, agradeció Patxi Portugués, director de Cantera Lacilla, en alusión al estrecho vínculo con el centro educativo a lo largo de los años. Mencionó “mis orígenes en la FP” y a “quien considero mi profesor, José Ángel Larrañaga” antes de “animar a la juventud a emprender”. José Miguel Aranzabal, CEO de Lacilla Green, otra de las empresas que conforman el grupo junto a Hormigones Sopuerta, puso en valor “el empleo estable” con una plantilla de 34 personas, en su 90% encartada.
Un ejemplo de “cómo crecer sin perder el arraigo”, elogió la diputada general, Elixabete Etxanobe, reiterando su compromiso con “una solución a la necesidad de mejorar el tren” impulsando la conexión con la línea 4 del metro.
Desde 1969, sede en Sopuerta
Árido calizo. Con una trayectoria que comenzó en 1969 como empresa familiar, sede en Sopuerta, el Grupo Lacilla se dedica a la extracción, trituración y clasificación de árido calizo para su comercialización directa y la producción y comercialización de hormigón. Entre sus proyectos, la ampliación del Puerto de Bilbao y el carril bici de la A-8. Con una facturación de 6,8 millones de euros el año pasado, mediante la división Lacilla Green el grupo ha emprendido su expansión internacional, con exportaciones a Francia y Portugal. Además, posee el sello de responsabilidad social empresarial Enkarterri Green.