Una vez, allá por octubre de 2026, concluyan las labores de rehabilitación integral del edificio de la antigua Escuela de Aprendices de Altos Hornos de Vizcaya, trabajos en los que se invertirán cuatro millones de euros entre subvenciones europeas y la aportación del Ayuntamiento de Sestao, este inmueble de 6.000 metros cuadrados de superficie volverá a ser un lugar que dinamice la economía de Sestao y Ezkerraldea. Para ello, el Consistorio sestaoarra cuenta con un total de cuatro proyectos que podrían crecer en este edificio, cuatro ideas que, en función del espacio que requieran para desarrollarse, podrían ser compatibles entre sí.

De estas cuatro ideas, tres pasarán por un estudio de viabilidad que se financiarán con las subvenciones del programa Bizkaia Orekan Sakonduz y el resultado de dichos estudios estarán disponible para finales de año. Así las cosas, la primera de las iniciativas propuestas para asentarse en las instalaciones de la antigua Escuela de Aprendices de Altos Hornos de Vizcaya es la sede de una futura asociación de las empresas que están asentadas en la pastilla de Altos Hornos de Vizcaya. De esta manera, esta zona de Sestao adquiriría la categoría de polígono industrial. Por su parte, el segundo de los proyectos que serán evaluados de cara a ocupar parte de este emblemático edificio sestaoarra será la creación de un polo de innovación por la descarbonización. Esta iniciativa colocaría a Sestao y Ezkerraldea en la vanguardia de la industria que trabaja por la descarbonización. La tercera idea que se estudiará para la antigua Escuela de Aprendices de Sestao será la implantación de empresas que trabajen en la construcción industrial de viviendas. Con esta iniciativa, se encontrarían en Sestao dos de los sectores más pujantes de la economía como son la construcción y la industria. En este punto, las empresas construirían los módulos que, tras ser transportados y colocados en otros emplazamientos, darían lugar a viviendas. La cuarta idea, que no pasará por ese estudio aún, será la implantación de un centro de formación específica para lo que en cada momento requieran las empresas. La guinda, podría ser, si quedara espacio libre, la puesta en marcha de un espacio cultural en este edificio que, a medio plazo, reverdecerá laureles.