“La mediación es más rápida que ir a juicio y es terapéutica”
Desde abril interponer una demanda en el ámbito civil o mercantil requiere un paso previo, informarse sobre la posibilidad de resolver el conflicto de forma dialogada
Un conflicto familiar, la reclamación de una deuda, el impago de una pensión alimenticia... Desde la entrada en vigor de la Ley de eficiencia procesal, el pasado 3 de abril, los ciudadanos deben informarse sobre los medios alternativos de resolución de conflictos antes de interponer una demanda en el ámbito civil y mercantil. Elena Fernández-Markaida Goitia, psicóloga y mediadora que participó en la elaboración de la nueva normativa, explica sus beneficios. “La mediación es más rápida que ir a juicio y es terapéutica”, avanza.
¿Cuál es la principal novedad de la Ley de eficiencia procesal, en lo que respecta a la ciudadanía?
La obligatoriedad de pasar por una sesión informativa sobre los medios alternativos de solución de controversias antes de interponer una demanda por la vía civil o mercantil. Luego puedes decir: Mira, me has convencido y voy a mediación o voy a la demanda, pero tienes que justificar, si vas a poner la demanda, que has pasado por la sesión informativa.
¿Y si optas por la mediación, pero no logras llegar a un acuerdo?
En caso de que optes por la mediación, si no te pones de acuerdo, debes acreditar que no se ha llegado a acuerdo sin poner el motivo, por protección de datos, y ya pasas a la demanda, a la vía judicial.
¿El objetivo de la ley es únicamente no saturar el sistema judicial?
Es quitar un poco de saturación a la Justicia y humanizarla porque hay temas que se pueden solucionar de manera consensuada entre dos personas con la ayuda de un tercero imparcial. La mediación es la más conocida, pero también están la negociación, la conciliación, la opinión de persona experta independiente...
¿Se ha recurrido en exceso a la vía judicial en los últimos años?
Ha habido un aumento considerable de denuncias y no hay suficientes jueces ni magistrados para atender todo. Aun así, esto es para casos de civil y mercantil, el penal no entra y la violencia contra la mujer jamás.
¿Qué casos acudían a los tribunales que podrían haberse resuelto por la vía de la mediación?
“Me pareció muy curioso el desahucio de un okupa. Los dueños del caserío, viendo que lo había cuidado, le dieron tres meses para salir”
Cuando no hay relación entre las partes, en los temas de lesiones se suelen llegar a acuerdos. Cuando hay relación entre las partes, como los temas de vecinos o familiares, nadie queda satisfecho por la vía judicial, por muy bien que lo haga el juez o el magistrado. En la violencia doméstica o filioparental, de hijos a padres, la mediación no solo soluciona el hecho en sí, sino que es preventivo para que eso no se repita.
¿De qué manera lo previene?
Padres e hijos llegan a acuerdos para solucionar el conflicto del momento y de cara al futuro con medidas como tratamiento para la drogadicción, psiquiátrico y psicológico, salir de la casa un año mientras se esté en tratamiento y volver a iniciar poco a poco la relación para que no solo el juicio vaya bien, sino que la relación pueda reconducirse.
¿Cuántas mediaciones se llevaban a cabo al año en Bizkaia?
Alrededor de 1.100 o 1.200 mediaciones, casi todas penales y algunas civiles y familiares. Estas mediaciones eran después de recurrir a la vía judicial. Ahora no sabemos cómo va a resultar porque no se han hecho.
Quedan fuera de la nueva ley los casos de violencia de género, derecho penal o protección de menores. ¿Los delitos violentos, en general, se resolverán por la vía judicial?
No van a estar bajo la nueva ley, seguirán por la vía judicial. Los que sí que entran son las demandas civiles transfronterizas, que tú estés reclamando, por ejemplo, una cantidad a alguien que vive en París.
¿Cuál es el caso más curioso en el que ha intervenido?
Uno del desahucio de un okupa en Bizkaia me pareció curiosísimo. Ya había procedimiento judicial y nos lo mandaron. Se juntaron el señor que había okupado y los dueños del caserío y, viendo que el hombre lo había cuidado hasta cierto punto, le dieron un tiempo. Todo fue muy civilizado y bastante rápido también.
¿Terminó abandonando el caserío?
Se acabó yendo. Le dieron tres meses para salir y no destrozó el caserío, lo dejó como lo había arreglado.
Conflictos por ruidos entre vecinos que llegan a las manos
¿Algún asunto que destacaría en el ámbito de la familia?
Los de violencia filioparental. En una época hubo muchos casos y se solucionaron bien, pero contábamos con los padres, el chico, el médico que le atendía, donde hacía tratamiento por drogas... Hicimos una especie de red. Él salió a un piso tutelado, ese fue el acuerdo, ponerse en tratamiento. El perdón fue una sesión impresionante, de las más bonitas que he tenido. El chaval reconoció todo lo que había hecho. Luego estuvo viniendo durante un año para decirnos que estaba muy bien y nos traía las analíticas. De hecho, volvió a vivir a casa.
¿Cuál ha sido la mediación más larga en la que ha intervenido?
Una estafa de medio millón de euros. En esos casos hay que ir a juicio, pero ya tienes establecidas cuáles son las líneas, que son las que están escritas en el acuerdo. Fueron cientos de folios, cientos de reuniones... Fue la más larga, pero por lo complicada, no porque no hubiera voluntad de llegar a un acuerdo.
¿Se le devolvió todo el dinero?
En una mediación se trata de que se devuelva el dinero, pero igual no pueden devolverlo todo o hacerlo de golpe. Hay que ver cómo se hace y cumplirlo: pago en enero, en marzo y en mayo. Entonces, te traían el justificante para poder cerrar el acuerdo. Ahora, una estafa no, porque iríamos a lo penal y no lo podríamos llevar, pero una reclamación de cantidad, que va por la vía civil, sí podría ser así.
¿Cuáles son los principales escollos para llegar a un acuerdo?
Los escollos empiezan siempre en la propia persona, que sea más o menos flexible, que sea capaz de escuchar o no, que acepte que en una mediación van a ganar todos, pero eso implica que alguna de las partes algo va a perder. Si tú pides 100 de devolución, pero no puede y admites que te devuelva 90, no ganas los 100, pero ganas los 90. Igual luego vas a juicio y es imposible hacerle pagar 100. El escollo es la predisposición de la persona y estar bien asesorado por el abogado, que es una figura fundamental.
¿Qué argumentos o excusas usan quienes se enrocan y no ceden?
Normalmente miran mucho al pasado: “Es que me hizo...”. No mirar el presente, la solución de ese conflicto y las buenas consecuencias que tiene solucionarlo, sino quedarse en el pasado, y eso lo solemos explicar en la sesión informativa.
¿Cuáles diría que son, en general, las mediaciones más difíciles?
Es más difícil cuando hay relación emocional entre las partes, ya sea una relación afectiva, familiar o de que se tienen que ver todos los días o casi todos, son vecinos... En esos casos siempre es más complicado porque no solo trabajas el conflicto, sino las emociones de esas personas y algunas van muy dolidas, muy destruidas, porque llevan años de problemas. Los conflictos de lindes, por ejemplo, son terribles. En cambio, otro tipo de conflictos que son un hecho puntual, con buena voluntad, se sacan adelante con facilidad.
¿Se producen situaciones tensas?
En general he tenido mucha suerte. He hecho muchísimas mediaciones y la gente es muy educada. Quitando cuatro abogados, con los que ya sabías que no ibas a llegar a un acuerdo, con el resto muy bien. El objetivo de la mediación es enseñarle al ciudadano que puede resolver los conflictos de otra manera. Aunque no es una terapia, suele ser terapéutico.
¿En ocasiones se renuncia o se cede por el bien de los hijos?
Por el bien de los hijos se hacen muchísimos acuerdos y por poner a los hijos como pantalla se llegan a frustrar otros, las dos cosas.
¿Ha habido casos en los que, tras no fructificar la mediación, acuden a la vía judicial y resulta peor?
Sí, por ejemplo, en casos de familia. Casos en los que, cuando hay custodia única, la pensión de alimentos que va a recibir una de las partes es inferior en el juzgado a la que se había propuesto en el acuerdo. A veces, por forzar más, ha perdido.
¿Recurrir a la mediación es más barato que acudir a la vía judicial?
Es más barato, más rápido y la intención también es descargar de trabajo. Esta nueva ley a la larga va a ser buena, lo que pasa es que ha sido todo como a trompicones, muy rápido, y se ha implantado sin que estemos preparados para ello.
¿Y sin que el ciudadano se entere?
Eso es, el ciudadano no lo sabe.
¿Cuánto le puede costar esa sesión informativa obligatoria?
Yo creo que no tiene que costar en exceso. Si no hay un servicio público que informe detalladamente de todas las opciones, algo que considero necesario, no puedes cobrar demasiado porque tienen que pasar por ello todos los usuarios. De momento no hay ninguna tarifa. Yo soy partidaria de no abusar para que la gente pueda acceder a ello.
¿Rondaría los cien euros?
Menos de cien euros o cien euros como mucho. Mi opinión es que no se debe exceder nadie en el cobro de esas sesiones informativas.
A eso habría que añadir el coste de la mediación, si es que opta por ella. Dependerá de lo que dure ¿no?
Sí. Yo hago privadas y algunas son rapidísimas y otras no. Hay gente que tiene que hablar de mucho tema económico en la mediación. Eso ya es mucho más difícil, pero lo hacemos los psicólogos también. Cuanto más compleja sea la mediación, va a subir más de precio porque son más sesiones, la redacción tiene que ser exacta, con un lenguaje muy claro que entiendan todos, etc. Luego hay casos en los que con una sesión, sentarse a hablar y aclarar cosas, lo hacen.
Dicen que llegar a acuerdos reduce también el coste emocional. ¿Los juicios pasan factura?
Siempre pasan factura emocionalmente, sobre todo los juicios civiles de familia, en los que tienes que oír cosas con las que igual no estás de acuerdo o que son terribles. Ir a un juicio no es agradable y no porque el juez o la fiscal te traten mal, sino porque es muy desagradable, sobre todo los de familia, en los que tienes que desnudar tu alma allí. Siempre pasan factura emocional, no es una cosa que hagas todos los días, irte a un juicio y jugarte el futuro de tu vida.
Ha hablado de las ventajas de la mediación, pero ¿tiene también algún inconveniente?
Cuando voluntariamente unas personas se meten en mediación todo son ventajas, una vez entienden el proceso, de ahí la sesión informativa. Ahora es obligatoria, pero antes no y se le daba mucha importancia, tienen que saber en qué consiste. Luego todo son ventajas porque, incluso no llegando a acuerdo, ya han hablado y saben por dónde va cada uno y qué líneas de actuación pueden tener después. Muchos luego llegan a acuerdo en sala o antes de entrar.