La patronal vizcaina, Cebek, celebra mañana sus primeras elecciones –hasta ahora el presidente era consensuado– con Guillermo Buces y Nuria Lekue como candidatos. Lekue ha decidido no conceder entrevistas por respeto al proceso interno, Buces era en principio el aspirante elegido por la presidenta saliente. 

¿Qué le ha llevado a dar ese paso? 

Cebek es un organización muy importante para las empresas. Por su parte, Biolid es una compañía consolidada, tengo un equipo directivo potente. Voy a cumplir 55 años en julio, tengo capacidad para aportar algo a Cebek y tampoco voy a desaparecer de mi empresa, claro. Pensé que era el momento de dar el paso y tiré para adelante. Llevo bastantes años como presidente de la Asociación de Artes Gráficas de Bizkaia, cuatro años en la junta directiva de Cebek y dos en el comité ejecutivo. Son muchos años metido en este tipo de tareas y conozco los entresijos.

¿Su empresa puede considerarse un ejemplo del tejido productivo vizcaino, con raíces familiares, de tamaño mediano...

Yo empecé con mi aita en 1995 en Rekalde, en un edificio industrial. En 1999 compramos una nave en Zamudio. Fuimos creciendo y en 2010 compramos una fábrica en Valladolid para etiquetas del vino. En 2019 trasladamos toda la producción a Basauri, donde estamos ahora. Son casi 4.000 metros cuadrados, trabajamos 60 personas con una facturación de casi 10 millones euros. Es un negocio muy vizcaino, con mucho arraigo y con posibilidad de relevo generacional. Tengo tres hijos. Una ya es médico, la otra lo será dentro de unos años y el otro está en una consultora formándose fuera de la empresa familiar para que en un tiempo pueda incorporarse a Biolid.

¿Qué objetivos se ha marcado si llega a liderar Cebek?

Tengo un plan de acción. No me gusta llamarlo programa electoral porque cuando asumí el reto no iba a competir con nadie. Son ocho puntos. El primero es poner en valor a las empresas, porque se nos está demonizando casi como si fuéramos explotadores. Las empresas son generadoras de empleo y de bienestar y hay que recuperar esa percepción positiva que históricamente se tenía. También hay que dar un paso más en la relación con los sindicatos, que está obsoleta. No creo en la confrontación, creo en el diálogo. Otro paso fundamental es la lucha contra el absentismo laboral. Es algo básico porque es una lacra muy importante que tenemos en Euskadi y sobre todo en Bizkaia. Otra clave, impulsar la captación y retención del talento. Dicen que los jóvenes se marchan a Madrid porque tiene más oportunidades de trabajo. Hay que revertir eso, tenemos que traer empresas potentes. Vivimos en un entorno maravilloso y hay que ponerlo en valor. También tengo intención de proseguir lo que inició en su momento Iñaki Garcinuño y ha continuado Carolina Pérez Toledo trabajando en la igualdad. Además, hay que seguir trabajando, a pesar de que creo que funciona bien, la relación público-privada porque siempre hay opciones de mejora. Otro capítulo es fortalecer la internacionalización y cooperación de las empresas. Y no podemos perder de vista la sostenibilidad, pero siempre, siempre, siendo rentables. 

Por primera vez Cebek elige entre dos candidatos a la presidencia, ¿es positivo o negativo?

Siempre he pensado que el que haya para elegir es bueno. Que haya dos personas con dos proyectos de futuro puede fortalecer la organización, tiene que fortalecerla. Al final lo importante es Cebek, no somos los candidatos. Si todo va como tiene que ir, que yo creo que sí, este proceso electora, que es una novedad, nos va a fortalecer.

Con qué perspectivas afronta la elección.

Soy optimista. Toda mi vida he sido optimista y no va a ser menos con este reto tan importante.