Irala se moviliza: “Han pagado 100.000 euros por una habitación”
Los vecinos buscan vías para frenar la escalada del precio de la vivienda y la expansión de los pisos turísticos
La Asociación de Vecinos de Irala considera que el histórico barrio bilbaino está perdiendo el espíritu de comunidad que ha sido su santo y seña durante más de un siglo. El motivo es el repunte de los precios de los pisos en la zona. A menos de diez minutos de cualquier zona del centro de la capital vizcaina, es un barrio “muy atractivo” para los pisos turísticos y la compra de vivienda habitual” y los precios actuales, “más caros que los tradicionales”, solo son asequibles para “gente que tiene mayor poder adquisitivo”.
Eso está rompiendo una cadena que históricamente ha permitido a los hijos seguir viviendo en el barrio de sus padres. Unos de los portavoces de la asociación, Dani Yaniz, explica a DEIA que esta dinámica “va a traer un cambio en la sociedad del barrio, desplazando a los habitantes originarios, a los hijos de los que viven ahora aquí y que van a tener que marchar al extrarradio, a zonas más baratas”.
Comisión de Vivienda
Esta cuestión se debatió en una reciente asamblea vecinal en la que se activaron varias líneas de actuación. Por una parte crear un grupo de trabajo, una Comisión de Vivienda, que explore vías de movilización. Además solicitarán reuniones con los partidos del Ayuntamiento y contactarán con las comunidades de propietarios para que cambien sus estatutos y veten viviendas turísticas en el inmueble.
Y también pondrán el foco en el aprovechamiento inmobiliario deantiguos pabellones industriales que se están comercializando “como pisos de lujo”, fuera de los estándares habituales del barrio y lejos del alcance de los vecinos. Son fábricas abandonadas para las que llevan reclamando mucho tiempo un uso social o comunitario, como una Escuela de Artes Escénicas para la que encargaron un proyecto.
Precisamente la demandada conexión con Ametzola y el derribo de edificios industriales que separaban ambas zonas se considera hoy "una puerta abierta a la especulación" porque el Ayuntamiento no ha primado los usos públicos. Ahora temen que el impacto de la llegada de familias de mayor poder adquisitivo a esos pisos en construcción conlleve un incremento general del precio de todo en la zona.
"Una habitación por 100.000 euros"
Otra voz reconocida en el Barrio, Ana Blanco, cofundadora de la asociación de vecinos, comenta alguna de la señales que ya se perciben. Por ejemplo el caso de una pareja con dos hijos que vivía en una de las calles más cercanas a Ametzola y de los nuevos edificios levantados en zona fabril y que buscaban "como locos" un piso con tres habitaciones. “Vendieron por 450.000 euros y compraron por 550.000 en la acera de enfrente. Han pagado 100.000 euros por una habitación”, comenta.
Respecto al alquiler subraya que un piso de tres habitaciones en la zona peatonal ronda ya los 900 euros. La solución en muchos casos pasa compartir piso. “No hay posibilidad de independizarse, iniciar una vida sola o con la pareja”, lamenta.
Yaniz aclara que el sueldo medio del barrio ronda los 21.000 euros, mientras que el alquiler supera ya los 800, lo que implica que una persona con una nómina media tiene que dedicar “la mitad” a la renta.
El tema de las lonjas también preocupa. “Negocio que se jubila el propietario, negocio que cierra. El comercio se está desmantelando”, afirma Blanco. Se han dado casos en los que esas lonjas se han dedicado, "con permiso o sin permiso", a vivienda e incluso a piso turístico.
El hijo de Ana Blanco vive en Larrabetzu. Y el propio Dani Yaniz se ha ido de Bilbao, aunque será de Irala "para siempre" y luchará por el barrio "esté donde esté".
La voz de las inmobiliarias
Responsables de una inmobiliaria del barrio achacan la subida de los precios del alquiler a un “error del legislador” en la protección de colectivos vulnerables, que pueden estar hasta dos años sin pagar, lo que ha retraído la demanda. Además, considera "un timo" el uso inmobiliario de los pabellones.
Desde la Inmobiliaria Ugalde, Marian Mañoso comparte esta lectura. “Tenemos problemas para encontrar pisos para nuestros clientes por debajo de los 900 euros, el propietario está desprotegido, tiene miedo de alquilar y lo poco que sale al mercado está muy caro”. La situación es “muy seria” y los propietarios prefieren firmar contratos de diez meses con estudiantes y evitar los de larga duración.
Respecto a la vivienda en propiedad, Mañoso indica que “como hay poco piso en venta, esto es ley de la oferta y la demanda”, que ha provocado “fuertes subidas los últimos tres o cuatro años”. Sin embargo, los pisos que “salen duran muy poco en el mercado pese a ser muy caros”. La vivienda que se puede considerar barata, "por debajo de los 200.000", también se “vende rápido”. “Son contadísimos, dos o tres al año”, añade.
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