El grupo Lekeitio Lagunkoia ha inaugurado el mural basado en la pintura de José Arrue, Txakoli de Lekeitio Itsasgaña. Este proyecto ha sido organizado por el grupo Lekeitio Lagunkoia en colaboración con los miembros del grupo Auzolan y Lekitto Bedarra, que han trabajado intensamente para recuperar y dar una nueva vida a este importante punto histórico del municipio, el aterpe de Santa Catalina, ubicado en el llamado Camino Viejo del convento de Santa Catalina.
Durante las últimas semanas, el grupo de Lekeitio Lagunkoia ha centrado sus esfuerzos en restaurar y adecuar el espacio, comenzando por una limpieza profunda del refugio y la pintura de las paredes, tarea que se completó en diciembre de 2024. En enero de este año se realizaron reparaciones en el techo y se retiraron las estructuras dañadas en la parte trasera del edificio. Fue en febrero cuando se instalaron andamios para reproducir esta famosa obra publicitaria de los años 20 del siglo pasado, creada por José Arrue para la bodega de txakoli de Fausto Ibañez de Aldekoa, a la que se le ha dado un nuevo aire.
José Arrue ha sido uno de los artistas vascos costumbristas más importantes. Pintor, dibujante, cartelista e ilustrador vasco, ha tenido gran importancia en la vida y la cultura vasca, ya que, a lo largo de su trayectoria fueron numerosas sus colaboraciones tanto con ilustraciones en libros, revistas, periódicos o postales, así como en programas y carteles publicitarios, ámbito en el que se enmarca este mural sobre el txakoli de Lekeitio de la firma de Fausto Ibáñez de Aldecoa. José Arrue realizó este cartel publicitario a comienzos de siglo pasado con la leyenda Obarik, bai?, en el que a través de la ventana puede verse la isla de Garraitz de Lekeitio.
En cuanto a Fausto Ibáñez de Aldecoa, fue un político y empresario de Bizkaia de finales del siglo XIX y principios del XX. Diputado en 1890 por el distrito de Markina, fue socio fundador del Club Marítimo del Abra, además de gran aficionado al juego de la pelota con guante, técnica con la que alcanzó gran perfección. En 1892 creó la empresa con su nombre para comercializar un txakoli que alcanzó gran popularidad. Y en 1911, junto a otros industriales vascos, acudió a Buenos Aires con su txakoli para participar en Las Exposiciones del Centenario.
Precisamente en la inauguración del mural, además de dar a conocer la misión de Lekeitio Lagunkoia, se ofreció una breve charla sobre la importancia histórica del txakoli y la relevancia de esta bodega en la zona.
La jornada contó también con un paseo por el Camino Viejo, la posibilidad de admirar el mural recién restaurado en el aterpe, y de deleitarse con una copa de txakoli de la bodega Pipas junto con algunos aperitivos. Las personas que asistieron pudieron también disfrutar en exclusiva del cartel original de José Arrue, una pieza histórica que no está disponible en ningún museo, ya que forma parte de una colección privada. El evento, que congregó a un numeroso grupo, sirvió en definitiva para disfrutar del arte y la historia, y al mismo tiempo fortalecer lazos entre los grupos Lagunkoia de la comarca.