Iñaki Unibesalgo era un adolescente de 15 años cuando el Boeing 727 impactó contra una antena en el monte Oiz. El accidente fue una noticia que conmocionó a Euskadi y que 40 años después se sigue recordando con tristeza. "Estábamos en el recreo del colegio y comenzamos a oír sirenas y ambulancias. Nos asustamos con tanto ruido. No sabíamos qué era. Luego, ya más tarde, nos enteramos de que se había estrellado un avión". Desde entonces, este vecino de Iurreta

Su ramo de crisantemos, claveles y liliums vuelve a recordar a estas víctimas frente a la torreta contra la que impactó el Boeing 727, en un lugar donde ninguna placa institucional evoca a los fallecidos.

Cada año Iñaki Unibesalgo también deposita un ramo en el cementerio de Derio Iñaki Unibesalgo

Junto a sus flores, este hombre ha clavado en el suelo un pequeño cartel con una leyenda en "memoria" de los fallecidos en el accidente aéreo y un ruego: "Por favor, no quites este recuerdo, respétalo. Es un homenaje hacia todos ellos. Eskerrik asko".

Además, este vecino de Iurreta también ha dejado flores junto a un panteón que en el cementerio de Derio guarda los restos mortales de algunos de los fallecidos.

Difícil de olvidar

El impacto que siendo casi un niño le provocó el accidente, unido a su afición por los aviones, le impidieron olvidar la tragedia y el dolor causado. Fue hace quince años, cuando tenía 40, cuando oyó por la radio las palabras de una mujer que había perdido a su marido en el accidente de Oiz. "Ella contaba que siempre le habría gustado dejar unas flores en el lugar del siniestro, pero no se atrevía a regresar a Oiz. Entonces pensé que yo las podía poner", ha explicado.

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En imágenes: el accidente aéreo en el monte Oiz ÁNGEL RUIZ DE AZUA

Iñaki ha echado de menos siempre que en la zona ningún monolito o placa institucional recuerden el accidente aéreo, que sólo es evocado cada año con sus ramos. En la floristería que regenta en Iurreta, mantiene una réplica del avión siniestrado, junto a varios recortes de periódico que dan cuenta del accidente. "Sobre todo los jóvenes no conocen el accidente y yo les hablo en mi floristería de lo que ocurrió y les llama mucho la atención", ha destacado. También varias viudas de viajeros fallecidos en el siniestro han conocido su gesto y le han telefoneado desde Madrid para agradecerle su iniciativa.