Sprilur ha emprendido las obras del futuro polo de bioeconomía de Enkarterri, ubicado en Güeñes, en un edificio de 3.157 metros cuadrados que antes albergó instalaciones relacionadas con la industria del mueble, un símbolo de la transformación de la comarca. Según ha dado a conocer la entidad, la adecuación de las instalaciones requerirá de aproximadamente un año, con una inversión de tres millones de euros en las obras.
Así, contando con el apoyo del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y los ayuntamientos encartados, la iniciativa, enmarcada en el Plan Estratégico de Enkarterri, “se perfila como una palanca para la regeneración y el desarrollo económico de la industria, con el doble objetivo de recuperar un espacio en desuso para dotarlo de infraestructura renovada y nuevos espacios para la actividad económica y, por otro lado, convertirlo en un polo tractor dirigido a dinamizar, impulsar, emprender y acoger acciones surgidas de la bioeconomía, el diseño de biomateriales y la economía circular”.
Eficiencia energética
Para ello, se acondicionará el inmueble que acogió la sede de Muebles Vizcaya, situado muy cerca del Basque Bio Design Center. Ofrecerá “una perspectiva de construcción perfectamente integrada en el contexto urbano empresarial y materializará un diseño constructivo singular, fácilmente reconocible en su imagen exterior, garantizando sistemas de eficiencia energética en la construcción”, destacan desde Sprilur. En la misma línea, “al tratarse de una actuación de regeneración urbana, tanto la urbanización como la construcción del edificio implementará aspectos, materiales y principios de desarrollo sostenible en su ejecución”.
De esta manera, se utilizarán “acabados de madera en las fachadas, con elementos de conglomerado de bambú, lo que le aporta un aspecto estético singular”. La climatización se regulará “mediante bombas de calor por aerotermia con apoyo eléctrico, a partir de paneles fotovoltaicos, recuperadores de calor centralizados y consumos sectorizados”. Y tanto el envolvente como la cubierta invertida translúcida aportan al edificio, un doble aislamiento térmico, explican.
Cuatro plantas
Entrando al detalle, las estancias se distribuirán en una planta baja y otras tres alturas. Cada una de ellas, de casi 800 metros cuadrados. La inferior “se presenta como antesala a todas las actividades del edificio y albergará el hall de entrada y recepción, la conexión con elevadores, accesos a plantas superiores, salas de acometidas e instalaciones y de administración”. La segunda y la tercera están concebidas “de manera que puedan acotarse módulos de un mínimo de 50 y un máximo de 600 metros cuadrados con ventilación directa al exterior”. La tercera planta “se modulará para acomodar salas de reuniones en su mitad norte y destinar la sur a comedores con office y un área destinada a invernadero”.
La parte exterior se diseñará realzando aspectos medioambientales, como nuevas zonas verdes, que “incluirán vegetación y arbolado de especies autóctonas”. Asimismo, se potenciará la permeabilización de los suelos “mediante un sistema de recogida del agua de lluvia para su reciclaje en riego de plantas y abastecimiento de agua en zonas comunes del interior”.
Adquirido por Sprilur en 2022, el pabellón tuvo que ser parcialmente demolido en 2023, mientras se convocaba un concurso de ideas que, a través de Hazi, ha resultado en 19 iniciativas vinculadas a fabricación eficiente de recursos sostenibles, gestión sostenible de residuos, tecnologías de economía circular o bioeconomía.