El indudable valor icónico de una infraestructura pionera de uso cotidiano que es Patrimonio Mundial
El Puente Bizkaia es el segundo lugar más visitado de Bizkaia. Y, seguramente, el tercero más conocido internacionalmente del Territorio Histórico tras el Guggenheim y el Athletic Club. Su directora gerente, Marta Uriarte, fue una de las personas invitadas a al foro sobre el Puerto y la Ría. “El puente tiene cuatro columnas de sustentación: una es el transporte de personas y vehículos las 24 horas de los 365 días del año; otra es la de servir como recurso turístico con las visitas; otra es el comercio en nuestras tiendas; y la cuarta es el reconocimiento como Patrimonio Mundial. Todo esto junto resulta complicado gestionarlo en el día a día y, si lo conseguimos, es gracias al equipo humano con el que contamos. Sin ese equipo no seríamos nada”, reconoció Uriarte.
Un equipo orientado a satisfacer las demandas de clientes que nada tienen que ver entre si, como quienes emplean la barquilla a diario y quienes buscan una experiencia turística singular. “A veces no es fácil, pero siempre resulta apasionante. El puente es como un barco y la tripulación es fundamental: tenemos que remar todos de la misma dirección porque si no, no funciona. Por eso nos hemos dado unos valores como el espíritu de equipo, la orientación al cliente y ser profesionales cada cual en su puesto, que incluye unas reglas de vestuario”, apuntó la gerente.
En ese equipo reciben mención especial quienes realizan las labores de mantenimiento de una estructura más que centenaria, viva, expuesta al salitre, el agua y el sol, que debe funcionar sin pausa para unir Portugalete y Getxo. “Hemos cerrado el año habiendo transportado dos millones de personas. Claro, si echamos la vista atrás, en los años 80 eran casi 10 millones. La vida ha cambiado, hay más autobuses, metro, etc., pero, cuando por circunstancias, hemos tenido que parar, se crea un problema porque los botes no dan abasto. En ese momento nos damos cuenta de que existe una necesidad y que ele servicio que damos que es muy importante”, aseguró Uriarte.
El Puente Bizkaia fue el primer puente transbordador construido en el mundo con estructura metálica. Inaugurado el 28 de julio de 1893, fusionó la moderna tecnología de los puentes suspendidos de cables de metal con los grandes motores de vapor. Resultó absolutamente innovador. El primero de su clase en el mundo. Un siglo y cuarto después cuenta con tecnología electrónica se ha consolidado como uno de los grandes iconos de Bizkaia.
Marta Uriarte pronosticó “un futuro prometedor a la ría. Se va a convertir en una arteria fundamental, una zona de ocio, de relax, de disfrute y de valor ambiental. Eso sí, el Puente requiere una gran intervención para poner en valor esa joya que tenemos, que es un icono y que ahora necesita ayuda para conservarse”.