El pasado 6 de diciembre se anunció la apertura de un nuevo gaztetxe en la villa. Lo hacía bajo el prisma de ser “un centro autogestionado por jóvenes para ofrecer arte, cultura y conocimiento de forma gratuita. Con conciertos, clases, talleres, proyecciones, y mucho más”. Sin embargo, la ubicación escogida para llevar a cabo dicha actividad fue el antiguo edificio de Correos, un espacio que no reúne condiciones mínimas de seguridad, y la forma de proceder de Kaletik Gaztetxera fue mediante una okupación.

Desde entonces, y a pesar de las reiteradas solicitudes realizadas por el Ayuntamiento para que se abandonara el inmueble y la interposición de la correspondiente denuncia, el edificio continuó okupado y este fin de semana se vivieron momentos de máxima tensión con “cargas policiales y disparando postas de plástico a los jóvenes que defendían el gaztetxe de un posible desalojo”, aseguraron desde el movimiento juvenil. En la jornada del domingo, finalmente, las personas que permanecían en el interior del edificio “decidieron abandonar el espacio”, según confirmó el propio Ayuntamiento.

Por medio de un comunicado, la administración local reafirmó su compromiso en “la búsqueda de soluciones consensuadas para dar respuesta a las necesidades de espacio para la juventud del municipio”. “Desde el principio, el gobierno municipal ha mostrado su disposición a explorar conjuntamente alternativas viables, basadas en la colaboración y el entendimiento mutuo”, añadieron.

En este sentido, recordaron que en la reunión celebrada el pasado 2 de diciembre, se acordó trabajar en dos líneas principales. “Por parte del Ayuntamiento, analizar las posibilidades de espacios disponibles y, por parte de los jóvenes, desarrollar su proyecto y valorar la creación de una asociación para fortalecer su propuesta. También se estableció el compromiso de mantener una nueva reunión para avanzar en la colaboración”, afirmaron fuentes municipales.

Cuatro días después todo saltó por los aires cuando un grupo de jóvenes decidió okupar el antiguo emplazamiento de Correos, un edificio condenado a la demolición, que no reúne condiciones mínimas de seguridad, como el hueco del ascensor sin protección y barandillas deterioradas. “La okupación de espacios no es la vía para lograr soluciones. El consenso, el entendimiento y la colaboración son las herramientas fundamentales para construir un proyecto que sea beneficioso para toda la comunidad”, recordó el equipo de gobierno.

Kaletik gaztetxera

Tras lo acontecido en las últimas horas, Kaletik Gaztetxera también ha dado a conocer su postura con una versión totalmente contrapuesta a lo trasladado por el Consistorio durangarra. Así las cosas, este pasado domingo por la tarde, decenas de jóvenes acudían a la manifestación convocada tras el desalojo y los altercados con la Ertzaintza en la tarde del sábado. Varios portavoces del movimiento juvenil leyeron un comunicado en el que criticaron la actitud del Ayuntamiento. “Mienten cuando dicen que hemos abandonado el edificio, han dado a conocer un relato falso. La realidad es otra bien diferente. El desalojo ha sido tras la violencia policial”, señalaron tras una movilización que llevó por lema Gaztetxea aurrera, Udala Errudun y que sirvió también para volver a reivindicar la necesidad de un gaztetxe en la localidad tras el derribo de los dos espacios anteriores Sapuetxe y Sorginola en el año 2022.

Con todo, responsables municipales insistieron en el ofrecimiento “de mantener un diálogo abierto y constructivo con la juventud para encontrar juntas alternativas que garanticen tanto la viabilidad del proyecto como la seguridad de las personas”, concluyeron.