El galardón reconoce aquellas figuras influyentes que han impulsado el desarrollo social a través de su contribución a la arquitectura y la regeneración urbana.

¿Qué aspectos clave destacaría en el debate sobre el futuro de la arquitectura y el urbanismo y qué papel juega la sostenibilidad en las ciudades del mañana?

Cualquier aspecto debe ir en línea con un urbanismo que contemple la sostenibilidad desde un punto de vista social, medioambiental y económico y que, además, esté  interrelacionado con unos objetivos a largo plazo. Al mismo tiempo, tanto desde la arquitectura como desde el diseño, es necesario observar la forma en que la industria de la construcción reacciona y mira hacia el futuro de las ciudades. Por un lado, se encuentran la sostenibilidad social - que representa la madre de todas las sostenibilidades en muchos aspectos – y la sensibilidad social. Desde ambas perspectivas se procura integrar, abrir y democratizar áreas de las ciudades, permitiendo así a la totalidad de la ciudadanía acceder a sus diferentes espacios como manera de apertura social a todos los grupos y personas usuarias de la misma. Por otro lado, se encuentra la sensibilidad medioambiental. En este sentido, son importantes las condiciones climáticas, la biodiversidad, y también entender cómo los edificios se relacionan con el entorno; cómo contribuyen, por ejemplo, al ahorro y a la producción de energía menos contaminante, así como a la reducción en su consumo y en las emisiones. También es importante tener en cuenta el transporte de los materiales que afectan a la construcción de cualquier tipo de edificio o a la producción de cualquier diseño de producto. La reducción en la emisión de Gases de Efecto Invernadero también plantea una cuestión muy relevante ya que el sector de la construcción representa a día de hoy casi el 40% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. En este sentido, tenemos una gran tarea por delante para poder abordar estos asuntos de manera efectiva. 

¿Podría hablar de algún proyecto que hayan desarrollado desde su estudio y que refleje estos aspectos que menciona de manera significativa? 

La mayoría, sino todos nuestros proyectos, intentan dar respuesta a estas cuestiones. Sin embargo, y de manera específica, nuestras ‘powerhouses’ (edificios de consumo positivo o 'pila') y los ‘triple zero buildings’ (edificios con un alto nivel de eficiencia energética en términos de calentamiento, refrigeración y ventilación) en Oslo están planteados desde un enfoque climático y orientados a la reducción del consumo de energía. Estas 'powerhouses' que desarrollamos se llevan a cabo en base a un análisis del ciclo de vida del edificio. Están diseñadas para producir más energía de la que consumen a diario, reduciendo así la huella de carbono durante toda su vida útil. Esto incluye todos los materiales, su transporte, el mantenimiento, el consumo de energía, al como el reciclaje del edificio a posteriori. En lo relativo a la sostenibilidad social, aspectos como la democratización de los espacios o la accesibilidad se encuentran representados en la ‘Opera House’ de Oslo. También en otros proyectos como el edificio Velasco (Velasco Visitors Centre) en Francia, y en las calles y plazas públicas que hemos diseñado en ciudades como Shanghái o la isla de Manhattan.

Edificio de oficinas en Natters, Austria, diseñado por el estudio. Fotos: Christian Flatscher

El método de trabajo de Snøhetta explora simultáneamente la artesanía tradicional y la tecnología digital de vanguardia; ¿cómo puede la arquitectura unir estos dos mundos? 

En nuestro estudio llevamos muchos años aplicando una serie de métodos que combinan aspectos analógicos y digitales en el diseño. Creemos firmemente en este movimiento y desplazamiento constante entre la construcción de modelos analógicos y líneas de producción que se puedan trasladar y traducir a un mundo digitalizado, y al revés. Con la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en nuestra industria, los elementos de elaboración tradicionales en la arquitectura están ganando cada vez más importancia, en contraposición al planteamiento que hace la IA, donde todo es posible. Es más una cuestión de estar en contacto con los materiales, de asegurarse de que la edificabilidad de un edificio se adapta bien, y que se construye para que dure. Esto comprende una especie de solidez en los detalles. La arquitectura puede, tanto en el proceso como después de la terminación, contribuir a ambos elementos (analógico y digital).

Una de las señas de identidad de su estudio es el compromiso con la sostenibilidad social y medioambiental. Con presencia y proyectos por todo el mundo; ¿qué trabajo de los que ha realizado refleja este compromiso?

De nuevo, la mayoría, sino todos nuestros proyectos, intentan reflejar estas cuestiones. Como he mencionado con anterioridad, la sostenibilidad social es la madre de todo. Esta visión comprende sistemas políticos y educativos estables, igualdad plena, sin divisiones ni sub-divisiones de las sociedades. En este sentido, para el proyecto de la ‘Opera House’ de Oslo, creamos un edificio donde las personas pudieran andar sobre el techo, permitiendo al público en general acceder a ella sin tener que pagar una entrada, con espacios ‘free zones’ para tomarse una café. Esto representa un enfoque inclusivo que no excluye a nadie por motivos económicos. 

¿Cuáles son los principales retos para lograr un equilibrio urbano sostenible para el medioambiente, inclusivo para todas las personas y responsable con el planeta?

No creo que ningún proyecto pueda satisfacer todos esos requisitos a la vez. Aquí es importante el conocimiento acerca de lo que ocurre en diferentes ámbitos. Por ejemplo, la influencia de las regulaciones a la hora de construir. Dicho esto, se trata sobre todo de que, tanto clientes como profesionales de la arquitectura, se encuentren dispuestos a allanar el camino hacia este equilibrio. A menudo, ocurre que si un proyecto es inclusivo para las personas, también es señal de que los arquitectos y diseñadores que están detrás tienen una visión responsable, respetuosa y sensible hacia el medioambiente y el planeta. 

Además del concepto de oficina abierta y los métodos de construcción sostenible, el edificio cuenta con un concepto de energía optimizado.

¿Qué soluciones y/o medidas innovadoras propone para abordar estos retos?

Depende mucho del contexto y de la situación donde las proyectos se vayan a llevar acabo. En función de las situaciones climáticas locales (lluvia, viento), hay que ser innovadores en cierta medida. Es necesario asegurarse de que los edificios responden a sus contextos y esto puede significar moverse hacia nuevas estéticas. La innovación también implica emplear varios sistemas a la vez y, tomando como ejemplo a las 'powerhouses', esto no conlleva necesariamente nuevas invenciones o sistemas, sino combinar los ya existentes que pueden incluso dotarnos de mejores resultados. Se puede avanzar hacia la creación de edificios sostenibles en nuestras ciudades, existe la tecnología para ello y está a nuestro alcance.

Bilbao se ha transformado urbanísticamente en los últimos años. ¿Cómo encuentra la ciudad desde el punto de vista arquitectónico y sostenible? Si tuviese que llevar a cabo algún proyecto aquí; ¿cuál sería?

Había visitado la ciudad con anterioridad. Bilbao tiene nombre propio dentro del mundo de la arquitectura. Este ‘efecto Bilbao’ vino de la mano del Museo Guggenheim de Frank Gehry, quien retrató una nueva era arquitectónica por todo el mundo que ha permanecido como una gran contribución a la ‘architecture relaxation’ de la modernidad. Sin embargo, no estoy seguro de que solamente la construcción de edificios en esta línea sean suficientes para que una ciudad sea realmente sostenible. Es necesario, además, un enfoque dedicado a aspectos medioambientales y climáticos. Este es un paso separado que necesita combinarse con el desarrollo de la ciudad en sí, y que venga de la mano de un plan consecuente que aborde estos aspectos. Estaría encantado de testear las probabilidades de desarrollar un proyecto aquí. Siguiendo el modelo de nuestras 'powerhouses', se trataría de un edificio sostenible desde los aspectos sociales, medioambientales y económicos.