La innovación en materia de prevención y gestión de residuos avanza con paso firme hacia un futuro más sostenible en Bizkaia.
Con el objetivo de convertirse en referente, la Diputación ha puesto en marcha Waste Lab Bizkaia, un centro pionero que promueve la investigación aplicada, la sensibilización ciudadana y la colaboración entre empresas, personas investigadoras, entidades locales, estudiantes, profesionales y ciudadanía, agentes implicados en un sector clave para lograr la sostenibilidad del Territorio.
“Se comparten experiencias, se genera nuevas ideas y se construyen proyectos que tienen como objetivo común la reducción de residuos y una gestión más eficiente y responsable de aquellos residuos que no se puedan reutilizar”, explicó la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, en la inauguración de este martes.
En palabras de Etxanobe, el centro ubicado en el Parque Tecnológico de Bizkaia “nace con el objetivo de conseguir que Bizkaia reduzca en un 15% la generación de residuos en comparación con el año 2010”.
A raíz de la creación de este centro, Bizkaia refuerza el compromiso con la sostenibilidad al mismo tiempo que lidera una apuesta estratégica enfocada en la innovación y la colaboración, dos pilares fundamentales para construir un futuro más limpio y consciente.
“Hemos centrado nuestras líneas estratégicas en la prevención porque el mejor residuo es el que no se genera”, añadió la diputada general.
Colaboración público-privada
Waste Lab Bizkaia es el fruto de la colaboración público-privada. Un trabajo en el que la Diputación ha trabajado con Aclima (Clúster de Empresas de Medioambiente de Euskadi) y EIDE (Asociación del Diseño Vasco).
Esta labor ha permitido la creación de un centro que combina recursos técnicos vanguardistas, conocimiento especializado y un enfoque práctico que responde a las necesidades de seis colectivos estratégicos: las empresas generadoras y gestoras de residuos, que encontrarán un entorno para identificar oportunidades de negocio y desarrollar proyectos conjuntos; investigadoras e investigadores de universidades, centros tecnológicos y empresas, quienes podrán colaborar y enriquecer sus iniciativas en un espacio que promueve la innovación; entidades locales con competencias en residuos, que recibirán apoyo en formación, asesoramiento y desarrollo de sus políticas; estudiantes de Formación Profesional y Educación Superior, que podrán complementar su formación práctica y potenciar su pensamiento analítico; profesionales de industrias creativas, tecnológicas y económicas, a quienes se les ofrece una red activa orientada a la economía circular; y la ciudadanía en general, que participará en actividades de sensibilización, concienciación y experimentación en un espacio dinámico e interactivo.
“Es un punto de encuentro diseñado para que todos y todas, desde profesionales y gestores de residuos hasta estudiantes, investigadores, investigadoras y ciudadanía tengan su propio espacio en el que también las entidades locales puedan presentar y debatir sus iniciativas”, puntualizó Elixabete Etxanobe.
Tres espacios
El recinto está dividido en tres niveles interconectados que ofrecen experiencias que se adaptan a cada tipo de público que acude. Están divididos en La Calle (nivel superior), La Plaza (nivel intermedio) y El Barrio (nivel inferior).
El primero está centrado en la sensibilización de los visitantes para que comprendan la importancia de separar los residuos a través de actividades inmersivas.
Cuenta con un graderío con contenidos audiovisuales, zonas de exposición con ejemplos de materiales reciclados y un tobogán grupal que concluye en una piscina de botellas de plástico con la que se quiere remarcar la misión de recuperar y valorizar los residuos.
El Barrio es el núcleo de la investigación y experimentación. Este espacio está diseñado para fomentar el trabajo colaborativo entre investigadores, profesionales en la materia y estudiantes.
Cuenta con recursos, como una materioteca física y on line, con los que podrán trabajar en soluciones innovadoras que estén orientadas a la valorización de residuos, la reducción de su generación y la promoción de sistemas y políticas adecuadas.
La Plaza ejerce de nexo en el que convergen todos los agentes implicados –desde expertos hasta ciudadanos– en la prevención y gestión de residuos. Diseñada para encuentros, cocreación y testeo es el lugar idóneo para la transferencia de conocimiento. Para ello, se realizarán talleres, eventos y dinámicas con el objetivo de difundir las mejores prácticas respecto al ámbito de los residuos.