El Plan Integral de Prevención y Gestión de Residuos de competencia local de Bizkaia que tiene como horizonte 2030, prevé una reducción de la generación de residuos en un 15 %, la recuperación de 4,9 de cada 5 kilos o rebajar un 20 % la generación de envases de plástico ligeros. Estos son algunos de los datos dados a conocer en el comienzo de la tramitación en comisión del documento en las Juntas Generales del territorio.
La diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, presentó ayer jueves en el Parlamento territorial el contenido del proyecto de norma foral que incorpora el plan citado a desarrollar en el próximo sexenio
Según explicó la responsable foral, con este plan se persigue “minorizar el residuo generado, maximizar las tasas de reutilización y reciclaje, y establecer un sistema de gestión que permita una óptima operativa”.
El objetivo es que se rebaje lo máximo posible la generación de residuos en Bizkaia en concreto a “521.811 toneladas” en el próximo año 2030. Este montante de basura supone retroceder en el tiempo alcanzado las cifras de 2001, cuando cada persona generaba 526 kilos al año. Hay que tener en cuenta que solo hace tres años, en 2021, este nivel se situó en 553 kilos, una cifra superior.
100% de cobertura de recogida
Son objetivos también, entre otros, reducir un 20 % con respecto al año 2019 la generación de residuos en forma de botellas y envases ligeros; mejorar la tasa de preparación para la reutilización en un 20%; y asegurar la cobertura del 100% de la recogida selectiva de los residuos peligrosos del hogar, de textiles, de aceites de cocina, de voluminosos y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En su comparecencia, solicitada por EH Bildu, la diputada foral transmitió un mensaje a favor de la “colaboración” para implicar, tanto a agentes locales como a toda la ciudadanía, en la reducción en origen de los residuos, una cuestión que ha considerado fundamental para garantizar el éxito del plan.
El juntero de EH Bildu, Raúl Méndez, valorado que se actualice el plan en vigor, pero calificó su contenido de “voluntarista, conformista y continuista”. “No incluye grandes cambios con respecto al actual –prorrogado durante 8 años– ni en objetivos ni en medios”, lamentó. Méndez echó en falta medidas de pago por generación, la recogida selectiva de puerta a puerta, políticas de retorno de envases o medidas fiscales “para que se den incentivos al que lo hace bien y penalizaciones a los que lo hacen mal”.
El resto de grupos de la oposición coincidió en que es “importante” renovar el plan, “aunque vamos tarde”, criticó la portavoz del PP en la Cámara vizcaina, Raquel González.
Por su parte, el representante del grupo Mixto-Elkarrekin Bizkaia Ricardo Vaquero puso en valor la implicación de las entidades locales, en la redacción de este documento con “169 aportaciones diferentes” al plan.
Los grupos que apoyan al Gobierno foral, PNV y PSE-EE, reconocieron que “se ha tardado más de lo deseado”, aunque este retraso tiene que ver en que “se ha abierto el plan a la participación de ayuntamientos, mancomunidades y expertos”, según concretó el portavoz nacionalista Jesús Lekerikabeaskoa.
El socialista Ignacio Jerónimo consideró que el plan es “ambicioso e innovador” y ha afirmado esperar que con su aplicación “mejore la sostenibilidad en el territorio”.
Para terminar, la diputada lanzó un mensaje de “colaboración” para implicar, a agentes locales y ciudadanía en la reducción en origen de los residuos, algo fundamental para garantizar el éxito del plan.