El próximo año se celebrarán dos décadas del hermanamiento entre el pueblo de Abanto-Zierbena y la daira de Chedería en los campamentos argelinos de refugiados en el Sahara occidental. Un período de colaboración que surgió en 2005 desde el compromiso de diversos ciudadanos del municipio minero comprometidos con el proceso de independencia del Sahara, y que, a partir de 2013 dio paso a la constitución de la asociación Beti Sahararekin que ayer viajó al Sahara con un nuevo proyecto de apoyo solidario que además de ayuda material, contará con la participación de 10 cooperantes que además de ayudar en el reparto de los materiales llegados desde Abanto-Zierbena podrán contemplar los avances en los diferentes proyectos en los que toma parte la sociedad de Meatzaldea a través de la asociación abantoarra que preside Isabel Pinós.

Una actuación que ha permitido en esta ocasión el envío de más de 100 cajas repletas de ayuda para estos refugiados en forma de productos sanitarios, alimentos no perecederos, ropa para ambos sexos –con especial atención a la infancia–, material escolar o juguetes y regalos para los más pequeños.

No en vano los menores son los grandes protagonistas del hermanamiento que se produjo en 2005 y que permitió la construcción de una guardería en la que las aportaciones enviadas desde Abanto-Zierbena garantizan el desayuno diario de los niños y niñas de la haurreskola.

Labores de hospital local

Hoy día la implicación de la solidaridad abantoarra se ha ampliado a las labores del hospital local procurando material sanitario “y ahora mismo estamos implicados en la promoción del apadrinamiento para poder llevar a cabo programas de interés general en el campo de refugiados como la introducción de la electricidad en los hogares desde las torres eléctricas que ha instalado hace unos cuatro años el gobierno de Argelia”, señala Isabel Pinós. “El apadrinamiento es una forma de dar una oportunidad al desarrollo de Chedería”, indica Pinós.