Dice Itxaso Atutxa que siente una “tristeza alegre” al pensar que termina su ciclo al frente del BBB del PNV. En su mesa del despacho ya no quedan los montones de carpetas que representan los cientos de papeles que han guiado su trayectoria al frente del Bizkai Buru Batzar durante estos doce años rodeada de personas para las que solo tiene palabras de agradecimiento.

12 años al frente del Bizkai Buru Batzar. ¿Se acuerda del primer momento?

Perfectamente. Comí con aita y ama en Deusto. Cuando llegué, en la entrada de Sabin Etxea estaba José Luis Bilbao que me dio un abrazo. Fue un comienzo extraño porque yo tenía los siguientes meses planificados en mi trabajo y es un principio de algo que crees que sabes cómo va a ser y que luego vas aprendiendo con el tiempo.

Pasados tres mandatos, ¿ante qué Itxaso Atutxa estamos hoy?

Soy afortunada. Cuando llegué el Bizkai ya estaba prácticamente conformado y me resultó de mucha ayuda. Hicieron que ese comienzo fuera muy fácil. Tras aquel primer BBB, trabajar con todas las personas que han ido incorporándose ha sido una gozada. Hemos tenido mucho trabajo y momentos muy duros, pero lo vives con una cercanía diferente y eso también es muy bonito.

¿Qué lección saca?

Esto es un aprendizaje permanente. Estar aquí te obliga a tener que estar al día de un montón de temas. Lo mejor es que cuentas con gente de todos los sectores, a todos los niveles dispuesta a ayudarte y a prepararte más. Y eso lo facilita todo mucho. Tengo muchísimo que agradecer. Y me quedo también con que he podido vivir la política estos doce años desde la primera línea en el EBB. Esto es una escuela maravillosa de trabajar los acuerdos y los desacuerdos.

Han sido 12 años de mucha convocatoria electoral.

Los periodos electorales paralizan bastante la vida interna de los partidos. Hemos tenido 13 confrontaciones electorales en 11 años. Quizás eso es lo que he echado algo de menos, el poder tener más tiempo para algunas cosas internas que necesitaban una adaptación a los tiempos, para reflexiones que necesitan otros sosiegos. Espero que quienes estén en las próximas ejecutivas, tanto las territoriales como en la nacional después, tengan un período sin elecciones y poder tener esos impasses.

¿Cómo ha visto la evolución del partido en Bizkaia durante estos años?

En 2012 cojo un partido en Bizkaia que es fuerte y hegemónico. Creo que me puedo ir orgullosa de haber contribuido a mantener esa hegemonía haciendo también algo importantísimo para mí, que era ayudar a seguir rompiendo techos de cristal. La presencia de la mujer ha ido tomando también una visibilidad que creo que era necesaria. Estar, estaban, pero había que mirar para verlas o identificarlas. Hoy tenemos una diputada general en Bizkaia. Junto con ello, estoy orgullosa de haber contribuido a reforzar el partido en Bizkaia, a renovarlo y a rejuvenecerlo. Hay una renovación en alcaldías, en Juntas Generales con nuevas junteras y junteros y en el Parlamento Vasco.

La presidenta del BBB de EAJ-PNV, Itxaso Atutxa Pankra Nieto

Proceso interno. ¿Cómo lo ha vivido?

Desde la responsabilidad que hemos tenido como BBB de facilitar a los candidatos, una vez proclamados, las herramientas materiales, físicas y de personal que hayan requerido para desempeñar sus acciones y que se contemplaran en los estatutos internos. Porque, por primera vez desde hace muchos años, pero no por primera vez en la historia del partido en Bizkaia, ha habido dos candidaturas. Andoni Ortuzar dijo que “primero proyecto, organización y después personas” y creo que eso se ha mantenido a rajatabla. Hay una confusión sobre si hemos empezado con el proceso de la renovación de las ejecutivas territoriales cuando eso no está en el ámbito de la Asamblea General y cuando además quien está facultado para poder hacer ese llamamiento son los propios consejos territoriales, como se ha hecho siempre en este partido. No tiene nada que ver ni con el EBB ni con la Asamblea General.

¿Algún consejo para su sucesor?

Más que consejo lo que le recomiendo, a él y a su equipo, es que tengan paciencia, que lleva un tiempo conocer todos los entresijos de lo interno y de lo institucional. Y que tengan, sobre todo, la tranquilidad de que van a tener muchísimo acompañamiento. De esto estoy segura.

¿En qué hace autocrítica estos años?

Me hubiera gustado tener más tiempo porque 24 horas dan para poco. Me hubiera gustado ese tiempo extra para estar con más personas no solo en el ámbito interno, sino también para recibir a la gente, que, al contrario de lo que se pueda pensar, se acerca más para contarte lo que hacen y presentar propuestas que para quejarse o hablar solo de sus problemas. Sí, me voy con la pena de no haber impulsado más formas de que ese trabajo conjunto pueda tener luego un reflejo en nuestra propia labor institucional más concreta o más realista.

¿Un momento dulce?

Quizás las noches electorales, aunque también son agridulces. En 2015, en 2019 no nos esperábamos que los resultados fueran tan buenos y en 2023 haber mantenido, con la que estaba cayendo, los resultados en Bizkaia. Las expresiones sinceras en las caras de las y los burukides, de las personas que se acercaban hasta Sabin Etxea, de las y los candidatos... Me quedo con eso.

Habrá quien piense que en su reflexión hay un exceso de optimismo en ese análisis de los resultados en las elecciones municipales y forales de 2023.

Nadie quiere tener menos alcaldías que las que tiene el día anterior a las elecciones, evidentemente, pero también sabíamos que podía pasar. Para mí lo más amargo no es tanto el número total sino que en municipios en los que ganamos e intentamos llegar a acuerdos con terceros, no se nos haya ofrecido esa confianza de poder hacerlo. Es verdad que en el 23 nos quedamos con menos representación municipal que la que teníamos en el 19, pero seguimos siendo el partido con más alcaldías en Bizkaia. Estamos en el entorno de los 60 ayuntamientos y somos la primera fuerza municipal en el territorio de Bizkaia.

¿Un mensaje final?

De infinito agradecimiento, de reconocimiento y de orgullo. Imagino que la suerte a veces llega, se busca y se trabaja, pero creo que en mi caso a mí me ha ido llegando durante estos doce años.