El nuevo ascensor de Ermua se retrasa por falta de piezas

Fue el pasado mes de mayo cuando comenzaron los trabajos para mejorar la accesibilidad que unirá las calles de Zubiaurre y Zerukoa de la villa con la instalación de un nuevo ascensor. La actuación fue adjudicada por un importe de 257.488,52 euros y aunque contaba con un plazo de ejecución de cinco meses, la obra se ha alargado un mes más y, previsiblemente, concluirá en las próximas semanas.

Tal y como dio a conocer la administración local, la empresa adjudicataria solicitó ampliar el plazo de entrega de la infraestructura por causas de fuerza mayor y motivos ajenos ella. “Este Ayuntamiento ha accedido a esa petición de prórroga y espera recibir el nuevo elevador en este mes de noviembre”, concretaron desde el Consistorio ermuarra. En concreto, el motivo que ha generado el retraso es que “la línea de electricidad para la instalación estaba por concluir. Esa línea ya está preparada y sólo falta el contador, que se instalará en breve. La corriente eléctrica es una condición necesaria para poder poner en servicio el ascensor”, añadieron.

En cualquier caso, además de ese suministro aún quedan por cerrar algunos remates, entre los que se encuentran unos trabajos de pintura, así como revestir y solventar irregularidades de la pared izquierda del acceso a la cabina. Una vez concluyan los remates, la instalación se pondrá en servicio.

Accesibilidad

Preocupados la accesibilidad de la villa, este nuevo ascensor público que conectará las calles Zubiaurre y Zerukoa salvará un desnivel de cerca de diez metros y medio y garantizará la accesibilidad de las personas entre ambos puntos.

Así, el futuro elevador tendrá dos paradas, una en planta baja en la zona de embarque en la calle Zubiaurre y la segunda, en la planta superior, tras un recorrido de 10,44 metros. Este elevador y el que se prevé instalar en San Antonio cuentan con una subvención de 284.000 euros del Gobierno vasco por estar incluidos en el plan de accesibilidad.

Por otro lado, esta plataforma se suma al de la avenida de Bizkaia 21, en el ámbito de Lomi Power, que comenzó a funcionar hace un año y que garantiza y mejora la accesibilidad de las personas viandantes, usuarias del paso inferior que conecta Zeharkale y la avenida de Bizkaia –por debajo de la carretera BI-3344– calles que han quedado unidas tanto por las escaleras como por este elemento.

AVERÍAS

Pese al esfuerzo del Consistorio para garantizar la accesibilidad y salvar los desniveles existentes en la villa con rampas mecánicas y ascensores, las incidencias registradas en los últimos meses hacen que buena parte de estos elementos estén fuera de servicio, ocasionando grandes afecciones en la vida cotidiana, principalmente en Ongarai.

En este punto, el primer tramo de las cuatro rampas mecánicas que unen la calle Sexto Centenario con este barrio tiene una avería muy importante por los daños sufridos durante el episodio de lluvias del pasado día 19 de octubre y es necesario sustituir todo el cuadro de maniobra. El proveedor estima que estará fuera de servicio 16 semanas. La rampa de Goienkale a San Isidro y el ascensor de San Pelayo también están fuera de servicio por averías menores que “se prevén solucionar a corto plazo”, apuntaron.