A sus 37 años, trabaja en el Puerto desde octubre de 2007, pero ha firmado el contrato indefinido esta semana. Asegura que su profesión es “preciosa”, el empleo de su “vida” y que las mujeres están igual de capacitadas que los hombres para realizarlo. La complicidad con sus compañeros del Puerto se percibe a simple vista, pero también en los comentarios que cruzan. Nadie duda de que Mariabe se ha ganado el puesto y de que seguirá creciendo profesionalmente, al igual que los otros 19 compañeros que han entrado en la plantilla esta semana.
Hasta ahora ha trabajado como estibadora a través de ETT, ya tiene experiencia.
Como otros compañeros. Con contratos por día, pero trabajábamos prácticamente todos los días.
En su momento había otra mujer.
Poco antes entró otra chica, que, bueno, por razones personales dejó la profesión y quedé yo sola.
¿Por qué decidió seguir este camino profesional?
Tenía bastante curiosidad porque mi padre era estibador, ya jubilado, y me contaba todo lo que pasaba en el Puerto, me parecía muy interesante. Estudié integración social, no tiene nada que ver con esto, pero mi padre me animó a entregar el currículum, porque había una oportunidad, lo hice y empecé a trabajar.
Las mujeres son una cuarta parte de la plantilla de estibadores de Valencia, Bilbao da su primer paso, parece que aquí las mujeres lo ven más como un empleo exclusivo de hombres.
Pero no lo es en absoluto. Me encantaría que esto dejara de ser considerado una noticia. Soy la primera, pero estoy segura de que más adelante va a haber muchas más. Animo a todas ellas, por supuesto. No es un trabajo especialmente duro. Tienes días de mucho trabajo físico, pero luego tienes otros días más relajados. Lo mejor de este trabajo es que cada día es una aventura, un desafío nuevo y una mujer está igual de capacitada que un hombre para realizarlo. Yo no he tenido ningún problema, ni en cuanto a la tarea a realizar, ni en cuanto a los compañeros, que siempre me han tratado estupendamente, como una más.
¿Que es lo peor del trabajo? ¿Hay algo que piense ‘vaya marrón’ cuando le toca?
No, más que nada los días que llueve y no tienes dónde meterte, cuando tienes que trabajar a la intemperie. Es lo único que te puede afectar. Pero bueno, el trabajo sale exactamente igual, muy bien.
¿Y algún problema desde el punto de visto físico?
Ninguno, ninguno en absoluto.
“Soñaba con este momento, el de estar por fin fija. Ha costado tiempo, pero la espera ha merecido la pena”
Es la primera mujer fija en la estiba del puerto...
Que haya muchas más. Estoy segura de que las habrá.
¿Considera que ha roto un techo?
A ver, sí que es verdad que, hasta que llegué yo, no ha había mujeres estibadoras desde los setenta. Bueno, sí es romper una barrera, por así decirlo. Con mi entrada, espero hacer ver a otras mujeres que realmente se puede conseguir lo que una quiere. Desde que entré soñaba con este momento, el de por fin estar fija. Lo he logrado con tiempo y ganas. La espera ha merecido la pena, sin ninguna duda.
¿Es una profesión bonita?
Preciosa, para mí preciosa, de verdad, me encanta. Siempre he dicho que es el trabajo de mi vida. Estar aquí ahora mismo es muy emocionante.
¿Por qué durante cerca de medio siglo no ha habido mujeres en la plantilla de la estiba del Puerto? ¿Qué ocurrió?
En realidad las mujeres estibadoras de antes de los setenta no estaban en plantilla. Como el trabajo no estaba mecanizado y muchas descargas se hacían a mano, venían al acceso del Puerto y si había tarea las escogían a dedo para trabajar ese día. Las que no entraban igual iban a limpiar pescado. Era otra época y luego se profesionalizó todo.
“Es un trabajo en el que cada día es una aventura, un desafío nuevo y estamos tan capacitadas como un hombre"
Otra época también en cuanto a la visibilidad de la mujer.
Poco a poco vamos intentando cambiar la sociedad y, en el Puerto, a los hechos me remito. Aquí yo tengo que dar las gracias al sindicato mayoritario de la estiba de Bilbao, Coordinadora. Ellos han empezado a dar visibilidad a la mujer, le han dado importancia a la mujer como tal en este ámbito. Y me han tratado de maravilla. Este cambio en el Puerto de Bilbao, que ya se ha producido también gracias a coordinadora en otros puertos del Estado, tiene que ir a más. Ojalá yo sea la primera, y mañana vengan otras veinte mujeres más y pasado mañana vengan otras 40. Que llegue un momento, en un corto plazo de tiempo, en el que la plantilla, si son 302 trabajadores , tenga 151 hombres y 151 mujeres. Y que no sea noticia.
Ha superado las pruebas de acceso a la plantilla, ¿cuántas personas se presentaron?
Hubo casi sesenta candidatos. En esta fase hemos entrado veinte, pero el acuerdo contempla aumentar la plantilla en total en 42 trabajadores hasta 2027.
Ha accedido a la plantilla como peón, pero hay otras actividades, desarrollo profesional.
Sí, tengo intención de formarme, de coger una grúa. De hecho, hubo unos momentos muy difíciles y gracias a CSP [Cosco Shipping Ports] que me formó en la grúa pude mantenerme laboralmente activa.
Tiene ya experiencia en la grúa.
Sí, es algo que me encanta y no tengo miedo a formarme ni de maquinista ni de gruista. Lo que venga.
Hay otros sectores, como el metal, en el que los empresarios reclaman año tras año mayor presencia femenina. ¿Cree que el paso que ha dado puede animar a otras mujeres a explorar caminos profesionales que se perciben destinados a los hombres.
Pues espero y deseo que sí. Por eso precisamente hago esta entrevista, para dar visibilidad a la mujer, que se vea que una mujer está totalmente capacitada, igual que un hombre, para hacer este trabajo, o el que sea. Me encantaría que llegaran más mujeres a este trabajo o a otros a los que ahora no llegan.