Montañas de maletas, usuarios sentados en el suelo ante la falta de asientos, personal de información desbordado ante la avalancha de personas reclamando una solución… El aeropuerto de Bilbao ha vivido una jornada caótica debido al temporal de viento que ha dejado tirado a miles de pasajeros.

Algunos como Sara Gallo, una joven que tenía previsto celebrar hoy su cumpleaños en París. “Teníamos que salir hoy a las 15.10, teníamos ya el piso reservado, pero a última hora se ha cancelado el vuelo. La alternativa que nos dan es un vuelo el viernes, pero íbamos a estar cinco días y ahora tenemos que ver si nos pueden cambiar las fechas de la estancia de alojamiento”, comenta resignada mientras trataba de llamar al responsable del alojamiento. “Sólo hablan en francés. A ver cómo me entiendo con ellos”, añade.

Entre los afectados también se encontraba el donostiarra Josu Olaizaola junto a un grupo de amigos surfistas que iban a poner rumbo a Indonesia vía Ámsterdam este mediodía. Sin embargo, alrededor de las 11.30 horas les han informado de que su vuelo a la capital de Holanda quedaba suspendido. Con las tablas de surf acuestas se han sentado en el suelo de la terminal en busca de una solución. “Estamos intentando gestionar el transporte a Madrid por carretera para desde allí tratar de volar hoy mismo a Ámsterdam para no perder la escala a Indonesia”, señalan. De esta manera, el viaje que tenían programado para disfrutar de un mes surfeando en el Sudeste Asiático se ha complicado a consecuencia del fuerte viento que azota Bizkaia.

Pasajeros esperan en el aeropuerto de Bilbao en una jornada marcada por el viento y la cancelación de vuelos Jose Mari Martínez

Los problemas a la hora de tratar de subirse al avión también han sorprendido a Mari Carmen Sánchez y su grupo de amigas a su llegada a Loiu. Con un vuelo a Castellón programado para primera hora de la tarde, el panorama desolador en la terminal les ha puesto nerviosas. “Mañana tengo que trabajar en Castellón y, si no sale el avión, tendré que llamar a mi jefe y pedirle un día de vacaciones”, explica.

Insistir a base de llamadas telefónicas es lo que ha permitido a Maialen Gisasola y Miguel Ángel Castro poder reubicar su vuelo a Londres un día antes de lo previsto. “Al principio nos han dicho que, para el viernes, pero era una faena porque teníamos ya todo reservado para hoy. Hemos empezado a hacer llamadas y hemos conseguido un hueco para mañana en un vuelo, pero también está todo en el aire”, resumen.

Por carretera a Madrid

Con un viaje programado hoy a Florencia, Gerardo, Rodrigo y César contemplan incrédulos las pantallas de la terminal vizcaína en busca de una solución. “No sabemos qué hacer. Nos han dicho que esperemos, pero al final la solución va a ser ir por carretera a Madrid y allí buscarnos la vida”, apuntan.

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La posibilidad de trabajar en remoto le ha tranquilizado bastante a Alejandro, que tenía que viajar hoy a Düsseldorf para trabajar mañana. “Me han mandado de oficina en oficina, pero nadie me da una solución. Así que al final he optado por llamar a un familiar para que nos recoja a la espera de que nos envíen por email una solución”, indica al tiempo que reconoce que su jefe se ha mostrado comprensivo. “Le he avisado del problema y, si no puedo viajar, por lo menos tengo el portátil y trabajaré desde aquí”, comenta.