La asociación que agrupa y representa a las empresas y entidades de la cadena alimentaria vasca, Basque Food Cluster, con sede en Zamudio, ha logrado la aprobación de dos proyectos tractores transversales colaborativos de investigación y desarrollo que se enmarca dentro del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI) Euskadi 2030.

Por un lado, se trata de Foodateus, un programa que tiene como objetivo facilitar la implantación de las mejores técnicas disponibles para avanzar en la descarbonización de la cadena alimentaria vasca a partir de análisis de ciclos de vida que incorporen datos locales. Para ello, el consorcio se plantea un estudio profundo de la cadena de valor alimentaria a nivel de eslabones, sectores y subsectores, ahondando en las prácticas de producción, flujos de aprovisionamiento, envasado y consumo, de cara a entender el origen de los principales impactos. Con esta información como punto de partida se realizará un diagnóstico de las problemáticas asociadas a la medición y la reducción del impacto ambiental a través del que se pretende detectar los puntos críticos del proceso. El proyecto aspira a mejorar la obtención de los datos de inventario, la extrapolación de estos mediante algoritmos y la aplicación de metodologías de cálculo de impacto ambiental, entre otras. Con todo ello se espera “tener mejores mediciones” y, por lo tanto, poder “generar hojas de rutas más certeras” que contribuyan a la mejora continua en términos de sostenibilidad de la cadena alimentaria. Para llevar a cabo este programa se han unido el Basque Food Cluster, Azti, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario Neiker y el Grupo Eroski.

Por otro lado, está el programa Foodicine, que aspira a “adquirir el conocimiento necesario para desarrollar alimentos y estrategias nutricionales” que ayuden a la prevención de enfermedades, favoreciendo la longevidad en condiciones de calidad e independencia. En este proyecto colaboran el centro de investigación aplicada y desarrollo tecnológico Tecnalia y el instituto de investigación sanitaria Bioaraba. El objetivo final es el de garantizar una alimentación de calidad que contribuya a lograr el envejecimiento saludable y la reducción del gasto social Se persigue así “recuperar toda la investigación generada en el tiempo y ponerla a disposición de la innovación alimentaria” para, de una manera efectiva, se pueda integrar en el desarrollo de productos y estrategias nutricionales y mejorar la calidad de vida de la sociedad. Para ello, se aspira a involucrar a un número representativo de agentes de la cadena alimentaria.

Por último, estos dos proyectos, que serán financiados por el programa de ayudas al diseño de Proyectos Tractores Trasversales Colaborativos de I+D, forman parte de la apuesta del Gobierno vasco por impulsar la investigación e innovación a través del PCTI 2030, una estrategia que busca una Euskadi más digital, verde e inclusiva, a través de una triple transición: tecnológica-digital, energético-climática y social-sanitaria. Los resultados se integrarán con otros proyectos centrados en la sostenibilidad de envases como Safepack y la prevención de accidentes cardiovasculares Precervas para ampliar el impacto de estas investigaciones.

El apunte

Asociación. Basque Food Cluster es la asociación referente de la cadena alimentaria de Euskadi.

Objetivo. Potenciar la competitividad de las empresas. Está integrada por 151 empresas que cooperan para afrontar conjuntamente el reto de impulsar una alimentación más saludable y sostenible.

Programas. Foodateus tiene como objetivo facilitar la implantación de las mejores técnicas para avanzar en la descarbonización de la cadena alimentaria vasca a partir de análisis de ciclos de vida que incorporen datos locales, mientras que Foodicine aspira a desarrollar alimentos y estrategias nutricionales que ayuden a la prevención de enfermedades.