La localidad arratiana de Zeanuri volverá a vivir, el próximo sábado, de una velada del juego de bolos típico de este enclave y que sus habitantes se esfuerzan por poner en valor, difundir y preservar a través de una competición anual que mantiene las normas y características tradicionales. Se trata del campeonato anual que enfrenta a las siete cofradías o barriadas que conforman el municipio: Altzua, Altzusta, Asterria, Ibarguen, Ipiñaburu-Undurraga, Otzerinmendi y Uribe. Será, a partir de las 17.30 horas, en la bolera de Altzusta y los equipos participantes intentarán hacerse con un título que el año pasado recayó en la cofradía de Ipiñaburu-Undurraga que se vistió la txapela, con 16 bolos derribados, mientras que el segundo y tercer puesto fueron para las cofradías de Altzusta y Ozterinmendi con 11 y 10 bolos tirados, respectivamente.

Salvaguardar esta tradición es lo que persiguen las siete cofradías de Zeanuri con este campeonato anual al que acude, cada una de ellas, con un equipo de cuatro integrantes o bolaris. Tal y como establecen las normas del juego, cada uno de los jugadores dispondrá de seis tiradas “y el equipo que más bolos derriba resulta el vencedor”, explican. En caso de que haya igualdad de puntos entre cofradías, tiene lugar un desempate, denominado en la zona como gerrea. El sábado llegará una nueva ocasión para los integrantes de estas cofradías de Zeanuri pongan a prueba su habilidad y puntería con el objetivo de obtener esa deseada txapela de vencedores y, de manera paralela, hacer disfrutar al público con esta arraigada competición ligada a las tradiciones de la localidad. Y en esa cita habrá un buen ejemplo de la transmisión intergeneracional de este arraigado juego puesto que allí estarán Gotzon Erikiaga, de 13 años, el bolari más joven del campeonato individual y el veterano Esteban Ozerinjaurei, de 87 años, que participarán con las barriadas de Uribe y Altzua, respectivamente.

Modalidad propia

También será una nueva ocasión para que vecinos y visitantes conozcan las características y singularidades de la modalidad de bolos que se juega en Zeanuri y en sus boleras que tienen una longitud aproximada de entre 19 y 26 metros y una anchura que oscila entre los 2,50 y los 3,50 metros. Al final del recinto de juego se colocan cuatro bolos o txirloak: tres del mismo tamaño, de unos 40 centímetros , y a su izquierda otro más pequeño, de unos 20 centímetros. Tras ellos está el tronco denominado zubile, que indica el final de la bolera. Si la bola no toca este tope el lanzamiento será nulo y se dice que ha sido txorra. Además, en la zona izquierda, aproximadamente a la altura de la mitad de la bolera, hay una pequeña estaca –katxine– y si el lanzamiento toca en ella, tampoco es válido. “El juego consiste en derribar los bolos y cada uno de ellos vale un punto. Si se derriba el bolo pequeño de la izquierda con la bola, no se consigue ningún punto puesto que ese bolo tiene que ser derribado por uno de los tres grandes”, detallan.

Otra curiosidad del juego en Zeanuri es que junto al tope se suele colocar una persona, normalmente un niño –etxerue– que se encarga de devolver las bolas al lugar donde está el lanzador –bolari– y de colocar los bolos en pie. Esa tarea tiene su recompensa ya que, al final de la competición, suele recibir una propina de mano del ganador. Otra costumbre que aún se mantiene viva en Zeanuri es que, antes de jugar, el bolari ha de depositar una pequeña cantidad de dinero –uno o dos euros–, que se denomina arrapea. Una vez pagado, tiene derecho a lanzar tres bolas y es el ganador del campeonato el que se lleva el dinero depositado por todos.

Campeonato

En Zeanuri. Será el sábado 5 de octubre en la bolera de Altzusta y enfrentará a equipos de las siete cofradías del municipio: Altzua, Altzusta, Asterria, Ibarguen, Ipiñaburu-Undurraga, Otzerinmendi y Uribe.

En 2023. El año pasado, el título recayó en la cofradía de Undurraga que se vistió la txapela, con 16 bolos derribados, mientras que el segundo y tercer puesto fueron para las cofradías de Altzusta y Ozterinmendi con 11 y 10 bolos tirados, respectivamente.

Objetivo. Mantener viva una tradición y la modalidad de juego de bolos propia de Zeanuri.