“Gran ambiente” y “sana convivencia”. Podrían haber sido otras palabras, pero esas mismas pronunciadas por Amaia Aguirre, alcaldesa de Getxo, se antojan como las más idóneas para hacerse una idea de cómo han sido y transcurrido las fiestas en los núcleos de esta localidad que habrían seducido a 200.000 personas. Basta echar la mirada hacia atrás y recordar: San Isidro, Paellas, San Inazio, Romo, Puerto Viejo y Las Mercedes, las últimas. “Getxo ha sido, un verano más, un excelente lugar para la fiesta, tanto para la ciudadanía como para quienes nos han visitado”, resumió.
Un éxito compartido ya que el modelo festivo de Getxo es herrikoia: los distintos programas han sido elaborados por las comisiones de fiestas de cada barrio, y el Ayuntamiento únicamente aporta el dinero y los recursos materiales –así como al personal municipal para coordinarse durante todo el año– para hacer realidad las ilusiones de la ciudadanía getxoztarra y de tantos y tantos visitantes.
También aquí hay una guerra de cifras. Según datos de Metro Bilbao, 107.116 personas –frente a las 101.142 del año pasado– utilizaron el suburbano para acercarse al municipio. Y a esos habría que sumar las cifras de autobuses y vehículos particulares. En total, unos 200.000 calculan desde la Policía Municipal. Precisamente, el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento para ampliar el número de agentes, unido a la instalación de sistemas de videovigilancia preventiva, ha permitido reducir considerablemente (-43,75%) el número de delitos en fiestas de Algorta, Romo y Puerto Viejo respecto al año pasado, pasando de 80 denuncias a 45. Pese a ese descenso en las infracciones penales, el número de personas detenidas o investigadas ha aumentado un 28,57%, pasando de 21 a 27. Eso sí, se ha registrado un descenso global de los datos delincuenciales de un 40,33% en estas tres fiestas: en 2024 se han denunciado 108 delitos frente a los 181 del año pasado. “En Paellas los datos de 2024 son inmejorables: 0 delitos denunciados”, enfatizó Aguirre.
El apunte
Puntos morados. El Punto morado de atención directa para víctimas de agresiones machistas ha realizado una gran labor ya que ha interactuado con una media de 50 personas cada noche, destacando la colaboración y comunicación con los diferentes agentes involucrados en cada barrio, –comisiones de fiestas, grupos feministas y Policía Local– lo que ha facilitado el trabajo, la coordinación y el cuidado. Ya se estudia adecuar la ubicación de alguno para mejorar las condiciones de atención.