El monte Arroletza es una de las cimas que se alzan en territorio barakaldarra. Esta montaña –cuya cumbre está a una altitud de 454 metros– es la principal cota de la sierra de Sasiburu y es una zona muy frecuentada por los mendizales. En las faldas de esta montaña a la que se puede acceder desde Gurutzeta y desde la localidad de Alonsotegi, hay un total de cuatro refugios que no sólo cumplen una importantísima función, sino que hacen de este paraje un lugar inimitable e inigualable.

El primero y el más antiguo de los refugios que se pueden contemplar en el Arroletza es el conocido como El Tostadero. Este pequeño edificio está en situación de abandono y se levantó en la década de 1930. Su creación es, además, muy curiosa, puesto que nació por iniciativa de vegetarianos, anarquistas, naturistas y nudistas. En aquella época, tuvo una gran aceptación pero su nivel de uso fue descendiendo hasta llegar a la situación actual de desuso y abandono. Por su parte, el segundo de los refugios de montaña existentes en el Arroletza es mucho más reciente que El Tostadero, puesto que las instalaciones creadas por la Diputación de Bizkaia a modo de refugio nacieron en 1995.

Este espacio es de uso público y, por desgracia, está siendo víctima de actos vandálicos, algo que está afectando sobremanera a la utilidad de estas instalaciones puesto que los desperfectos originados han dejado inutilizables algunas zonas como, por ejemplo, el área de uso restringido, un espacio reservado para la pernocta de los mendizales y en el que, actualmente, tanto la puerta como las ventanas y la chimenea están reventadas y el equipamiento se ha llenado de suciedad. Estas instalaciones, además de con la zona restringida, cuentan con un espacio de uso común en el que hay dos mesas y también un punto en el que refugiarse ante posibles inclemencias meteorológicas.

Asimismo, quienes decidan hacer una ruta por este monte barakaldarra se encontrarán en las inmediaciones de la cima del Arroletza con un tercer refugio. Y es que en la precumbre de la montaña está ubicado un pequeño edificio que sirve de abrigo a quienes decidan tomar un descanso antes de atacar la cima. En este punto, los mendizales pueden protegerse tanto del sol como del viento y las tormentas, y el refugio fue creado por montañeros anónimos. Este es uno de los ejemplos que se pueden encontrar en las faldas del Arroletza de la importante aportación realizada por el colectivo mendizale para hacer de esta cota y su entorno un lugar mejor.

El cuarto y último refugio existente en esta montaña también ha surgido gracias a la voluntad y el trabajo del colectivo mendizale. En concreto, a principios del presente siglo, el Club Alpino Arroletza, agrupación que está celebrando este año su 75º aniversario, decidió crear un nuevo refugio en esta montaña. Estas instalaciones cuentan con una zona abierta para que los montañeros y caminantes puedan refugiarse de las diversas inclemencias meteorológicas que pueden encontrarse en cualquier jornada de montaña. Por su parte, este refugio también dispone de otra zona, esta exclusiva para el uso del Club Alpino Arroletza.

Este refugio destaca por encontrarse en una zona estratégica de esta montaña puesto que está ubicado en las inmediaciones de la ermita de Santa Águeda, quizá el punto más visitado y transitado del monte Arroletza. Una montaña de referencia para los mendizales de Barakaldo y el entorno de la localidad fabril y que cuenta con hasta cuatro puntos en los que refugiarse.

En corto

Cuatro refugios. En las faldas del monte Arroletza, los mendizales pueden encontrarse con hasta cuatro refugios. El más antiguo de todos data de la década de 1930.

Refugio foral. La Diputación creó un edificio de refugio en 1995, instalaciones que actualmente se encuentran inutilizadas parcialmente a causa de diversos actos vandálicos.