La movilidad urbana de cerca del 20% de los vecinos del extrarradio de Muskiz está mediatizada a diario por la conexión viaria que discurre por la antigua N-634 [hoy BI-734] que une Bizkaia y Cantabria. Una carretera que a pesar de la existencia de la autovía A-8 -que aún funcionando con normalidad y por tanto sin siniestros que alteren sus vías y desvíen tráficos a la carretera foral- sigue soportando miles de vehículos que atraviesan unos barrios que se asoman peligrosamente al borde de una vía que discurre entre otros barrios por La Llana, Llosa de Valles, Laureta, La Cadena, Revilla, Villanueva, El Cerro, La Sequilla, Vía Chiquita o El Haya en la muga con Cantabria.

“Soy muy consciente de la situación que viven estos barrios, en uno de lo cuales he crecido, y hay una gran preocupación por el tránsito de personas, especialmente niños y niñas que utilizan esta vía para desplazarse a sus lugares de estudio”, destacaba la exalcaldesa de Muskiz, Ainara Leiba. En la legislatura que presidió se da cuerpo a un primer anteproyecto que ahora formará parte de un proyecto global que aborde las soluciones de conectividad peatonal a lo largo de los cuatro kilómetros que separan El Haya de La Llana.

De hecho el Ayuntamiento acaba de sacar a licitación -por importe de 20.000 euros (IVA incluido)- la redacción del proyecto básico de ejecución de los trabajos para la comunicación peatonal entre los barrios El Cerro y El Haya, abarcando tanto las propuestas presentadas en su día por la Diputación como las necesidades planteadas por los vecinos y vecinas de los barrios afectados. Así, la administración local facilitará a la empresa licitadora el acceso al anteproyecto foral del tramo inicial, los planos topográficos, el inventario municipal de redes de servicio, las propuestas de los vecinos y los archivos que resulten de interés para la realización de los trabajos.

“Se trata de facilitar en la medida de lo posible la agilización de la redacción de este proyecto que luego deberá ser presentado a la Diputación para su estudio y aprobación ya que su compromiso -que se ha de plasmar en un convenio en el que se regule la cesión de la vía para su conversión en vía urbana- es el de contribuir en un porcentaje muy alto en la financiación de los trabajos que se vayan a acometer”, resaltó Ainara Leiba, quien reconoce que “es imposible adelantar una fecha para el posible inicio de las obras ya que el nuevo encargo para todo el tramo afectado es una obra bastante compleja”. 

Antecedentes

La problemática que padecen los vecinos ha ido adquiriendo tal dimensión que el Ayuntamiento transmitió esta inquietud en diciembre de 2019 a la Diputación, titular de dicha carretera, acompañada con un escrito firmado por numerosos vecinos y vecinas de la zona. En base a las demandas presentadas la institución foral llevó a cabo, con la ayuda de una empresa colaboradora e independiente, la realización de un estudio de la situación planteada en relación a la funcionalidad y la seguridad en la zona, y la idoneidad de la propuesta de mejora presentada, “depurando una solución al respecto”. Una vez detectadas las deficiencias más significativas se plantearon las actuaciones a realizar para mejorar la conectividad y favorecer la seguridad de la movilidad de los vecinos en el entorno de la N-634 (BI-734), recogiendo todas ellas en un documento específico presentado en junio de 2020.

Dichas actuaciones contemplaban, entre otros aspectos, la ordenación del entorno del vial para completar los itinerarios peatonales del tramo, la normalización de las paradas de bus, la adecuación de la velocidad y la rotonda en El Haya. Sin embargo, este anteproyecto foral no contemplaba la construcción de aceras en los tramos interurbanos limitándose las soluciones a los barrios de La Revilla, La Cadena, La Rigada y El Haya.

De hecho, la solución propuesta no se consideró, desde el punto de vista municipal y de los vecinos, que recogía las demandas expuestas por lo que el Ayuntamiento encargó la redacción de un documento complementario. Con esta idea se mantuvieron nuevas reuniones con la Diputación a lo largo de 2022 y principios del pasado 2023, en las que por parte del ente foral se indicaron los condicionantes a tener en cuenta en el nuevo trabajo que desarrolló un primer anteproyecto -Obras de comunicación peatonal en la carretera BI-734, entre Las Llanas y El Haya- que abarcaba tan solo un primer tramo. La respuesta de la institución foral fue señalar la necesidad de un proyecto básico que abarque la totalidad del trazado. En eso están.