Cada año, solo en Bizkaia, terminan en el contenedor miles y miles de pantalones, cazadoras, planchas, cafeteras o móviles que, con un simple arreglo, podría seguir utilizándose. Fueron, en concreto, más de 9.000 toneladas en 2023, sin contar con los materiales de este tipo que se depositan en los contenedores de la fracción resto. Un despilfarro que se presenta inasumible en una época en la que la lucha contra el cambio climático se torna más necesaria que nunca.
Es por ello que la Diputación Foral de Bizkaia ha querido dar un paso más al frente y lanzar una novedosa iniciativa para incentivar la reparación de bienes de consumo que todavía pueden ser utilizados, a través de una campaña de bonos descuento canjeables en los establecimientos que se adhieran a la misma.
El objetivo de la iniciativa es, precisamente, evitar que aquellos residuos que con un pequeño arreglo pueden seguir utilizándose, terminen en la basura.
Y es que, en muchas ocasiones, tanto los aparatos eléctricos y electrónicos como las prendas de ropa, son fácilmente reparables por un importe reducido, lo que permite alargar su vida útil y evitar que se conviertan en un desecho, con la repercusión ambiental y económica que ello supone.
Para ello, la Diputación pondrá en marcha una campaña de bonos descuento, para que los vizcainos puedan usarlos en los establecimientos colaboradores en la iniciativa cuando lleven sus artículos de consumo a reparar.
La campaña, que tendrá como nombre Bizkaia Repara, quiere alcanzar varios propósitos. Por un lado, y de forma más evidente, es reducir los residuos que se generan en los domicilios del territorio, para que, en lugar de ser desechados, puedan ser utilizados de nuevo.
Se calcula que en el mundo se producen 150 billones de prendas de ropa al año, cuando vivimos unos 8.000 millones de habitantes: 187 prendas nuevas cada año en el armario de cada uno.
Sector de reparación
Pero también quiere impulsar y dar a conocer el sector de la reparación, un mercado actualmente en declive que, bajo el nuevo contexto legal en materia de residuos, adquiere un papel clave en la economía circular.
Se trata de, según se recoge en la consulta previa del anteproyecto del decreto que regulará la campaña, “un sector minoritario e invisible que toma mayor relevancia como apoyo al consumidor en la toma de decisión respecto a la prolongación de la vida y la actualización de sus enseres, frente a la eliminación y sustitución de los mismos”.
Conciencia ciudadana
Sin olvidar, por supuesto, la necesaria labor de concienciación ciudadana que se quiere desarrollar. Se trata, en definitiva, de mostrar a los vizcainos el peso que tiene la decisión de reparar un artículo y seguir utilizándolo, frente a tirarlo a la basura y comprar uno nuevo.
Hay que terminar con el estigma de, todavía hoy en día y quizá más en una sociedad en la que nunca ha sido tan fácil y tan rápido comprar cualquier artículo incluso desde nuestra propia casa, los productos reparados frente a los de nueva creación. ¿Por qué tirar ese abrigo al que se le ha roto la cremallera cuando se puede sustituir esta? ¿No sería más sencillo consultar en un taller por qué ese microondas ha dejado de calentar, antes que desecharlo directamente y comprar uno nuevo?
Al detalle
9.000
Son las toneladas de residuos textiles y de aparatos eléctricos y electrónicos que, a través de los contenedores blancos, se recogen en Bizkaia, a los que hay que añadir los que se tiran en la fracción resto. Entidades como Koopera se encargan de revisarlos y comprobar si, con algunas reparaciones, se les puede dar una nueva vida, a través de sus tiendas de segunda mano.