Desde Sopela hasta Malasia. Ese es el camino que han recorrido Fran e Mikel Leal, un padre e hijo de la localidad vizcaina, quienes se sumergen cada año en las aguas de diferentes océanos a descubrir lo que ocultan sus profundidades. Fran, quien lleva más de 20 años buceando, fue el que empezó esta curiosa afición en la familia, después lo siguió Mikel, quien hoy en día es el acompañante a todas las aventuras que hace su aita. Desde Malasia han mandado a DEIA imágenes y vídeos en los que se observa cómo ambos disfrutan de aquello que más les apasiona y les une, el buceo.
Para realizar la expedición en la costa malaya se han embarcado en un viaje donde hacen vida a bordo de un barco, en el que comen y duermen, y desde el que hacen entre 3 o 4 inmersiones diarias.
Fran y Mikel disfrutan del buceo de maneras diferentes, mientras que el primero, se emociona más observando grandes criaturas marinas, Mikel, por otro lado, prefiere bucear por el interior de barcos naufragados, observando cada rincón de estos y prestando atención a todos sus secretos.
Variedad en la vida marina
En Malasia se puede encontrar con una gran diversidad de fauna y flora autóctona, como la tortuga verde, el dragón mandarín, el barbo de Hampala o el tigre verde. Mikel y Fran tienen la oportunidad de observarlos con detenimiento, tratando de observar todas sus características, las cuales hacen única a cada especie, haciendo de su viaje una experiencia mucho más enriquecedora, si es posible.
En la grabación se observa la fauna y flora autóctona de Malasia, pudiéndose ver sobre todo una gran diversidad de peces y criaturas marinas, además de plantas, que son usadas por los peces para resguardarse o alimentarse.
Secretos en los naufragios
Además del avistamiento de criaturas marinas, Fran y Mikel también van en la búsqueda de embarcaciones hundidas en las profundidades del mar, los cuales visitan observando sus interiores y repasando la historia de estos, conmemorando los grandes navíos que un día llegaron a ser.
En el video se observa a Mikel oteando el interior de un barco naufragado, el cuál se encuentra en un estado de oxidación debido a la corrosión del agua a lo largo de los años. Tal y como se puede observar en la grabación, la fauna y la flora se han apoderado del navío, usando este como refugio para los peces o algas más vulnerables a los depredadores.
Próximos viajes
Una vez terminen la expedición en Malasia los de Sopela tienen previsto explorar los mares de las Islas Galápagos, el cuál aseguran que es el "destino final" para cualquier submarinista.
