Arratiako Udalen Mankomunitatea ha puesto en marcha una iniciativa innovadora y solidaria destinada a frenar el desperdicio de alimentos en la comarca. El proyecto, que se enmarca en el ámbito de la sostenibilidad y la gestión eficiente de los recursos, tiene como objetivo principal reducir significativamente los residuos alimentarios generados, al tiempo que los excedentes en buenas condiciones se entregarán a colectivos que los necesiten.

En estos momentos ya se ha iniciado la fase de identificación que, una vez concluida, ofrecerá una fotografía detallada del excedente comarcal. Para ello, se están identificando a los centros y colectividades que puedan generar excedentes alimentarios como pueden ser colegios, hospitales, comedores de empresa, hostelería, restauración… Y el análisis se completará con las entidades sociales y organizaciones sin ánimo de lucro que podrían ser perceptoras de estos excedentes.

Una vez realizada esta labor, el siguiente paso será determinar las principales características del desperdicio alimentario de los grandes generadores de la comarca poniendo el foco, sobre todo, en los productos en perfecto estado que no son consumidos, y evaluando la viabilidad de su recuperación. Además, se ofrecerá asesoramiento a los centros participantes para la prevención y reducción de su excedente alimentario y, paralelamente, se implantará un servicio de revalorización de alimentos a través de la donación, estableciendo rutas de redistribución del excedente entre los centros de colectividades que resulten aptos para la donación y las entidades sociales receptoras. Y durante el proyecto habrá acciones de sensibilización destinadas al público en general, con charlas y talleres sobre la gestión eficaz de la fracción orgánica y el desperdicio alimentario.

“Estamos comprometidos con un futuro sostenible. Reducir el desperdicio de alimentos no solo es crucial para el medio ambiente, sino también para mejorar la economía local y apoyar a colectivos vulnerables, que podrán beneficiarse de este servicio”, subraya el presidente de la Mancomunidad, Aitor Sorriketa. Esta experiencia se está desarrollando de la mano de Oreka Circular Economy, durará 8 meses y cuenta con un presupuesto de 42.473 euros (sin IVA), financiado al 90% por los fondos Next Generation EU.