Con una templanza impropia de su edad, destreza y mucha pasión, la joven amazona de Larrabetzu Aiora Gerekiz, de 10 años, continúa destacando en el mundo de la equitación después de conquistar de nuevo este año el campeonato de España de ponis. Un nuevo éxito deportivo que confirma su prometedora carrera. En concreto, Aiora se colgó la medalla de oro en la categoría de ponis B con Calie du Beaulieu, en la disciplina de saltos, en el campeonato celebrado recientemente en las instalaciones del centro ecuestre Castilla y León de Segovia, en donde participaron cerca de 400 binomios. En la categoría de ponis B, Aiora consiguió subir a lo más alto del podio tras un desempate después de mantener a cero su marcador al término de las pruebas calificativas.
Con este nuevo metal en su vitrina, la integrante del Centro Hípico Aretxalde de Lezama y discípula de Pello Elorduy, se mantiene en el podio estatal por cuarto año consecutivo. Toda una gesta. Cuatro años en los que, a pesar de su juventud, acumula siete medallas, cuatro individuales –3 de oro y una de bronce–, y otras tres por equipos, dos de bronce y una de oro. Precisamente, este año ha ganado el oro individual y el bronce por equipos con la Federación Vasca de Hípica después de haber competido en sus inicios bajo licencia navarra debido a su edad.
Pero más allá de estos brillantes resultados, esta temporada está siendo muy especial para ella, puesto que está compaginando las pruebas de ponis y de caballos, sin duda, todo un desafío para una joven de su edad. “Hemos adquirido una yegua porque este año competirá en septiembre en su primer campeonato de España alevín”, explica su aita, Jon Gerekiz. Precisamente, este año por primera vez ha disputado con su yegua Baila du Veillon la copa Anagan, un campeonato que se celebra en cuatro sedes y cuya final se disputó en Mungia el pasado mes de mayo, en donde Aiora obtuvo el tercer puesto en la prueba de altura de un metro de longitud.
Su pasión por la equitación le ha llevado a quemar etapas a una velocidad de vértigo que asombra incluso hasta sus más cercanos y engrosando un palmarés que apunta a ser muy importante en un futuro próximo. “Nos asombra con el temple que muestra en los campeonatos”, resume Jon, que agradece a todo el equipo de la Hípica Aretxalde de Lezama el trabajo que realizan con su hija, especialmente, Pello Elorduy, “el principal culpable de todos los éxitos de los que montan allí”, agrega. Tampoco se olvidan de los “maravillosos ponis” que permiten a Aiora forman un exitoso binomio para conquistar estos triunfos como son Titan, Uclade du Rocmet y Calie du Beulieu.
Desde los 3 años
Sobre esta línea, el idilio de Aiora con los equinos comenzó cuando apenas tenía 3 años de edad, inspirada por su madre, también competidora. El ejemplo materno cinceló su afición por el mundo ecuestre, y a los 7 años empezó a despuntar y cosechar éxitos deportivos. Durante este tiempo, sus padres siempre han intentado mantenerle con los pies en el suelo y animarle a disfrutar de otras aficiones y disciplinas. Pero Aiora siempre vuelve al lugar donde es feliz, la hípica, porque entre equinos se desenvuelve como los niños de su edad en el patio del colegio y consigue formar un binomio inseparable.