La hospitalidad es una de las señas de identidad de Sestao. Con ese valor por bandera, en la localidad se ha confeccionado una sociedad diversa en la que personas llegadas de muchos puntos del planeta encuentran en entornos como, por ejemplo, la plaza del Kasko o Kueto, lugares en los que construir y desarrollar sus proyectos de vida. Durante estos días, el municipio está viviendo sus fiestas de San Pedro y, ayer, tuvo lugar la lectura del pregón festivo. Lo hizo Fulgencia Marín, más conocida como Txentxa, una mujer que es el fiel reflejo de la mujer sestaoarra.

Nacida en la localidad cacereña de Pozuelo de Zarzón, recaló en Bizkaia para, más tarde, hace medio siglo, trasladarse a Sestao por amor a Alfonso, quien es su marido hoy en día. Llegó no sólo para quedarse, sino para aportar muchísimo al municipio, ya que hace dos décadas creó la Asociación Amigas de la Costura. En reconocimiento a su labor, ayer salió al balcón del ayuntamiento a pronunciar el pregón festivo. “Es muy bonito poder dar un mensaje a mi pueblo, decirle algo en lo que creo, es precioso. Es muy emocionante y una experiencia única. Espero que mucha gente de la que estuvo escuchando el pregón se haya sentido identificada con lo que conté y con lo que dije”. asegura Txentxa, quien próximamente dejará de presidir la Asociación de Amigas de la Costura para dar paso a otras personas. que, en principio, continuarán con este proyecto que es una referencia no sólo en Sestao, sino también a nivel de Bizkaia.

El mensaje que lanzó ayer a la tarde a los cuatro vientos mostraba su orgullo por vivir en un municipio como Sestao, era un canto al empoderamiento femenino y, también, como no podía ser de otra forma, decía que no es no, también en fiestas. Gran parte de su pregón festivo partía de su propia experiencia personal, de todo lo vivido en Sestao desde que llegara hace más de cincuenta años al municipio para acabar echando raíces en él. “No sé qué tiene Sestao que te atrapa. Cuando llegué aquí me faltaban dos meses para cumplir 18 y aquí sigo con 70 años”, reconoce la pregonera de las presentes fiestas de Sestao.

En todo este tiempo, además de desarrollar un bonito proyecto de vida y de familia,Txentxa ha buscado ayudar a los demás, trabajar por el empoderamiento de las mujeres y para lograrlo ha trabajado enseñándoles a a coser. “Cuando creé la Asociación de Amigas de la Costura, quería devolver la ayuda que me dieron aquí en Sestao. Tres de mis cuatro hijos se llevan poco tiempo y en aquella época conté con mucha ayuda de mis vecinas”, rememora Txentxa, quien asegura que va a vivir estas fiestas de San Pedro a tope. “Iré a todo lo que pueda. Lo que más me gusta de estas fiestas es el ambiente que generan las cuadrillas. Son el motor de todo lo que se vive en Sestao durante estos días. Además, les guardo mucho cariño porque mi hija impulsó que hubiese cuadrillas en las fiestas”.

Puntada a puntada, patrón a patrón, Txentxa ha ido enseñando a todo el municipio que la costura puede ser un hilo ideal para unir a las personas y, también para que quienes acaban de llegar al municipio se adapten lo más rápido posible. Por la Asociación de Amigas de la Costura han pasado muchas personas, la mayoría mujeres, procedentes de más de quince países, una cifra que muestra la diversidad que existe en las sesiones de costura que ofrece Txentxa junto a su inseparable amiga Conchi. “Aquí ha venido gente que, después, se ha podido dedicar a la costura”, señala Txentxa, que ha buscado una fórmula directa, sin rodeos para enseñar a coser a sus alumnas. “A menudo vienen aquí personas que saben muy poco del idioma y, a través de dibujos y diferentes colores se puede enseñar a la gente a que cosa. Yo soy directa, voy al grano y, de hecho, he creado mi propio sistema de aprendizaje utilizando palabras y métodos sencillos. Eso hace que todo el mundo te entienda fácilmente”, indica Txentxa, quien ha creado varios libros para enseñar a coser de una forma muy gráfica y paso a paso, sin mezclar ni términos ni procesos. De hecho, prevé que para el próximo mes de enero pueda tener listo su próximo libro, una publicación que tratará sobre la alta costura. “Yo, realmente, si me jubilo es para poder dedicarme por completo a hacer este tipo de libros”, explica.

Antes de constituir la Asociación Amigas de la Costura, la pregonera regentó una tienda de moda infantil en la que ella misma confeccionaba las prendas y vestidos y estuvo dando clases de costura en Cáritas durante siete años, además de haber impartido algunas formaciones de costura en el marco de programas impulsados por la Diputación Foral de Bizkaia y de haber colaborado con varias asociaciones del territorio.

El dar clases de costura durante tantos años no sólo le ha permitido compartir sus conocimientos con muchas personas y conocer a gente con la que, de otra manera, no se hubiese topado, sino que también le ha servido para crecer como persona. “A mí me ha aportado mucho dar clases de costura durante todo este tiempo. Por ejemplo, enseñar a chicas jóvenes me ayudó, en su momento, como madre para entender mejor a mis hijas. Ha sido un aprendizaje muy bonito el que me ha aportado el proyecto”, recuerda Txentxa.

Ante el público

Pero Txentxa ayer hizo mucho más que leer el pregón de las fiestas de San Pedro y compartir su historia y sus ideas con sus vecinos. El destino le ha dado la oportunidad de poder superar, además a lo grande, un reto que llevaba toda una vida marcándose; Leer en voz alta y en público. “Para mí esto es todo un reto porque desde pequeña me ha dado muchísima vergüenza leer en voz alta. No ha habido mejor manera de intentar quitarse esa espinita y cumplir ese reto que leyendo el pregón a Sestao”, reconoce Txentxa, quien ayer confeccionó un pregón festivo a medida para todo el pueblo de Sestao, municipio que estará de fiesta hasta el próximo domingo.