Un “cálido homenaje” es el que se rindió en la octava edición de los Dantza Tradizionalaren Esker Onak, que desde la Sala BBK de Bilbao pusieron en valor a personas y entidades que trabajan en mantener “las danzas que son un bien irreemplazable”, como subrayó Marta Martín, directora de DEIA. Esa afirmación la respaldó

Koldo Bilbao, coordinador de Cultura de la Fundación BBK. “Las personas y entidades hacéis un trabajo inagotable en favor de las euskal dantzas, para que sigamos respirando y bailando en cada uno de los pueblos”, apuntó. José María Oyarzabal, presidente de Bizkaiko Dantzarien Biltzarra, también tomó la palabra y precisó que durante la gala “se hacían reconocimientos” a todos los implicados en cuidar este legado patrimonial ya que “los premios los tenemos nosotros por todo ese trabajo que hacéis”.

Los primeros en subir al escenario fueron Txomin Unzalu y Bego Rodríguez Sánchez que recibieron un galardón por las trayectorias que ambos han desarrollado. Unzalu comenzó en el Dindirri, disfrutó en Gaztedi y es el alma mater del Elai Alai de Gernika. “He dedicado una gran parte de mi vida a las danzas. Este premio es un símbolo de Bizkaiko Dantzarien Biltzarra, me lo llevo a casa pero es todos los grupos en los que he estado. Tenemos que hacer valer las danzas, las costumbres...”, reconoció este bilbaino que llegó a Forua por motivos laborales y formó allí su familia.

La gala viajó de Busturialdea a Enkarterri de la mano de Bego Rodríguez Sánchez, que recibió una de las grandes ovaciones de la tarde. “Somos pocos pero dan guerra”, comentó entre risas la alma mater de Urreztieta Dantza Taldea en Sopuerta. Tanto es el cariño que le profesan sus alumnas que dos de ellas, Amets y Laia, subieron al escenario para darle una sorpresa y entregarle un ramo de flores y una figura de una dantzari a una emocionada Bego.

Para que el trabajo de Unzalu y Rodríguez Sánchez se vea en las calles es necesaria la colaboración de establecimientos como Meltxora, que desde hace más de un siglo viste a los dantzaris. María Pilar Lekube fue la encargada de recoger el galardón asegurando que uno de los cambios más llamativos se había producido con las camisas. “Antes eran una prenda interior y se llevaban por dentro. Ahora se llevan por fuera”, indicó.

Uno de los momentos más divertidos estuvo protagonizado por los Errebonbillos de Elorrio, el único alarde de armas de Bizkaia. “Para los niños de Elorrio los Errebonbillos son un mito. Van detrás de los cartuchos”, comentó Xabier Malatsetxebarria quien aseguró que esta celebración “no es solo por salir de fiesta, también es por tradición. Y no lo haríamos si no fuera por nuestras amas que son nuestras managers y costureras. Y, por cierto, las chicas son bienvenidas en el grupo”.

El desafío que bailaron los Errebonbillos dio paso a los grupos que cumplían años. El más longevo del Territorio Histórico de Bizkaia, Laguntasuna Elkartea, estuvo representado por su presidente Joseba Altube. “Tenemos activos a dantzaris de 5 a 88 años”, comentó el responsable mientras detallaba los actos que les quedan pendientes por el 75 aniversario. “Para después del verano vamos a organizar un Musika Eguna, un encuentro con dantzaris actuales y antiguos y para diciembre haremos una comida de hermandad con todos los que quieran venir”.

Un poco más jóvenes en su trayectoria son Itxas Argia Dantza Taldea, Berantzagi Dantza Taldea y Etorki Dantza Taldea. En este 2024 están celebrando los 60 años de su fundación. Como representantes de Itxas Argia subieron al escenario Iñigo Díaz de Olarte y Alazne Palacios, por parte de Berantzagi fueron Teresa Elvira y Saioa Salinas mientras que el Etorki estuvo encabezado por Arantza Castañiza y su hija Iraide Bilbao. Los seis coincidieron a la hora de reseñar que “llevan toda la vida” en sus grupos de Getxo y Ugao-Miraballes, dando esos pasos que transmiten el patrimonio cultural.

Desde Araba llegó el grupo de danzas de Elciego, que tiene un gran éxito en la localidad ya que como destacó su responsable Ayla Bereciartua “cogemos a niños y niñas a partir de 6 años y entran al grupo cada dos años”. Para demostrar por qué sus danzas se remontan al siglo XVII, los dantzaris alaveses interpretaron una de las piezas del ciclo de Elciego, el árbol.

La gala enfilaba su final y las voces resonaron en la Sala BBK tras el premio al Coro de Arratia, que desde hace 73 años entonan las estrofas más conocidas de Bizkaia: las que llenan las calles del Territorio Histórico en honor a Santa Águeda cada 4 de febrero. Y al origen de la mártir viajaron en 2018. “Ese año estuvimos en Catania y en 2022 viajamos al Vaticano donde cantamos en el altar mayor”, precisó Ana Sierrasesumaga, secretaria del coro que bromeó que en aquella ocasión no estuvo el Papa “porque estaba operado”.

Esos viajes se completarán con el que realizarán el 7 de julio a Burdeos para actuar en su catedral. Y como no podía ser de otra manera, el Coro de Arratia entonó la versión zaharra del Agate Deuna ante de que pusieran el colofón con el agur jaunak a una cita llena de homenajes y reconocimientos.

9

Esker Onak 2024 Pankra Nieto