Como cada 13 de junio, Urkiola celebró ayer la festividad de San Antonio y lo hizo en una apacible jornada que, sin embargo, quedó marcada por el fallecimiento del último misionero vasco en residir en la casa cural, Antonio Madinabeitia. Precisamente, hace un año se le despedía tras su traslado a la residencia sacerdotal de Gasteiz y ayer fallecía a los 91 años de edad. Su figura estuvo muy presente en todas las misas y especialmente en la mayor, que estuvo presidida por el obispo de Bilbao, Joseba Segura.
Con el sol brillando todo el día, fueron cientos las personas que se animaron a visitar el santuario desde primera hora. Como siempre, el plato fuerte para la mayoría volvió a ser el mercado ganadero y una feria agrícola con cerca de una treintena de puestos, la mayoría de queso, miel, pan y repostería, productos de la huerta y frutas, txakoli, sidra y paté. Entre los productores participantes se encontraba Lorena Costas. La otxandiarra llegó con cinco tipos de queso de cabra. “Nos gusta venir a Urkiola el día de San Antonio. Las ventas suelen ser muy buenas y traigo queso de sobra para no quedarme sin género”, apuntó risueña.
En esta línea se mostró Teresa Petralanda que tras dedicar cuarenta años a la venta de pastel vasco, pan y otros dulces, ahora es su hija, Janire Goikuria, quien toma el relevo. Rostro conocido de la feria de San Antonio, aseguró que “llevamos muchos años viniendo desde Orozko porque a Urkiola suele venir mucha gente”. Un cariño que también mostró Richard Diego mientras atendía a los clientes. “Desde hace una década venimos este día con licores caseros. Las ventas comienzan a subir a partir del mediodía; momento en el que la gente se anima a probar el licor”, reconoció mientras ofrecía la posibilidad de degustar los licores.
Tampoco faltaron las txosnas con demanda masiva de un rico talo con chorizo. Desde Mungia, junto a todo su equipo, estuvo un año más Aitor Aurrekoetxea dando respuesta a la gente que guardaba cola para degustar el tradicional manjar de Sanantonios. “Llevamos 25 años dedicándonos a la elaboración de talo. El tiempo acompaña y eso se ha notado desde primera hora”, valoró satisfecho.
Asimismo, el tximistarri, la gran roca enclavada frente al templo, volvió a ser otro de los grandes atractivos de la jornada. “Venimos todos los años y nosotras lo que pedimos es seguir con nuestros maridos. Honor al Santo”, entonó entre risas Maite Cebrián , en compañía de su amiga Mari Carmen Saralegui y su prima Bego Cebrián.
El domingo volverá la festividad con feria de los productos agrícolas y las misas en el santuario en tributo a San Antonio. La programación contará también con deportes rurales a cargo de Hodei Ezpeleta, Irati Astondoa, Malen Barrenetxea, Bihurri, Patricia Martín y Karlos Aretxabaleta; y sesiones de sokadantza y romería con el grupo Aiko, el grupo de danza San Lorentzo, Miren y Roberto Etxebarria y los gaiteros de Bizkaia.