Se tiende a pensar en personas mayores cuando se habla de soledad no deseada, pero la verdad es que es un fenómeno creciente que cada vez afecta a más colectivos: jóvenes que han dejado de salir con sus amigos, migrantes que llegan solos a un país nuevo... Un informe desvelaba ayer lunes que un 20% de la población admite sentirse sola, lo que supone más de 231.000 personas en Bizkaia. Para hacerle frente, la Diputación ha puesto en marcha una iniciativa, a la que destinará 11,2 millones de euros en cuatro años, para reforzar las relaciones sociales y comunitarias, poniendo a disposición de comarcas, ayuntamientos y entidades sociales tanto financiación foral como acompañamiento para que pongan en marcha iniciativas que pongan freno a ese aislamiento.

Con el nombre de Bizkaisare, el objetivo de la iniciativa no es otro que lograr un territorio más cohesionado. "Debemos volver a pensar en las redes de las personas como el mejor elemento protector que tenemos para combatir la soledad no deseada, el aislamiento social, la exclusión social o la gestión de la diversidad", ha incidido este martes la diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada. Volver a aquellos niños que podían andar solos por la calle, porque la carnicera o la dependienta de la mercería andaban pendientes de ellos, o los mayores a los que echaban en falta si un día no iban a comprar el pan.

Se trata, en definitiva, de una respuesta ante las nuevas brechas y desigualdades sociales que se están generando en Bizkaia. "Las brechas son injusticias sociales que minan la cohesión, los agujeros del sistema por los que se cuela el populismo y el totalitarismo, que apolillan la convivencia democrática en sociedades plurales como la nuestra", ha advertido Laespada. El envejecimiento de la población, un "invierno demográfico" como lo ha calificado la diputada foral, o la presión migratoria, son algunos de los fenómenos que acrecentan esa situación. Y es que, según ha recordado, esa soledad no afecta solo a personas mayores, sino a muchos colectivos como las personas jóvenes -alcanza a uno de cada tres veinteañeros- o los inmigrantes. "Estos riesgos sociales, la soledad no deseada y el aislamiento social, nos interpelan directamente a los poderes públicos".

Estrategias

Para hacerles frente, la Diputación apuesta por fortalecer las relaciones integeneracionales y la diversidad, "reforzando redes en la comunidad y las relaciones entre personas, afrontando la soledad no deseada desde la comunidad. Hay que recuperar el tejido social que cuida y protege a sus miembros". Se apoyará para ello en los agentes que más cerca están de los ciudadanos, como los ayuntamientos y las entidades sociales, a los que ofrecerá un servicio de acompañamiento para que puedan elaborar sus propios planes y medidas, con líneas de financiación para ponerlos en marcha. Una financiación a la que ya se han reservado este año 2,8 millones de euros de presupuestos foral que se quieren mantener los cuatro ejercicios de esta legislatura.

Además, Bizkaisare irá programando jornadas, campañas, actividades de sensibilización, informes, investigaciones, unidades didácticas y documentación para guiar a los diferentes agentes en ese camino. La primera cita será el próximo viernes, 21 de junio, en el palacio Euskalduna, donde se celebrará el congreso Hacia una Bizkaia cohesionada: una mirada a las soledad(es), en el que diferentes expertos explicarán las buenas prácticas y estrategias que se han puesto en marcha en otros países y regiones en relación a esta realidad.